Y sigue sin dimitir

Sigue sin dimitir. El portavoz socialista en Les Corts Valencianes, Ángel Luna, continúa sin presentar la dimisión de su cargo, a pesar de los argumentos que, habiendo sido utilizados por él mismo contra otros, se han vuelto en su contra. Y, si no, que se explique.
Él ha admitido que el empresario alicantino Enrique Ortiz le pagó unas obras de su casa. Él dice que fue un adelanto y que, más tarde, se las abonó al industrial. Sin embargo, no ha podido justificar ese retorno ni hay nadie que salga y confirme sus aseveraciones. Ni el empresario, ni un albañil, ni un fontanero.
A pesar de ese currículum, se ha erigido con reiteración en bate del presidente de la Generalitat, porque no podía justificar que había pagado tres trajes. Ello le sobró para blandir el Código Penal en el Parlamento autonómico y pedir la dimisión de Francisco Camps.
Sucede que existe una diferencia sustancial. Luna no tiene a nadie que confirme sus manifestaciones, mientras que el presidente cuenta con que el dueño de las tiendas, Eduardo Hinojosa, el segundo cabecilla del «Gürtel», Pablo Crespo, y hasta el propio sastre, José Tomás, se han hartado de asegurar que Camps pagaba su ropa. Así es la vida.