Alcobendas

La hora de la verdad

Desde que a finales de marzo se convocaron oficialmente las elecciones autonómicas y municipales que hoy se celebran, los partidos se han volcado en reafirmar a los suyos y convencer al resto para que hoy escojan la papeleta con sus siglas y la introduzcan en las urnas.

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Cada partido ha diseñado una estrategia de campaña electoral con el objetivo de mejorar los datos de 2007 o, al menos quedarse en la misma posición. Sin embargo, no todos se juegan lo mismo. Si se hace caso de las encuestas, los candidatos del PP tanto al Ayuntamiento, como a la Comunidad son los que llegan más tranquilos al 22-M. La abstención, de hecho, es su principal enemigo ante las urnas.

Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón han centrado sus campañas en demostrar que llegan «con los deberes cumplidos» a pesar de la crisis. Su principal baza son las cifras económicas de Madrid que, en plena recesión económica, ha logrado crecer desde hace un año y medio y ser la región que más riqueza genera, frente a unas cifras a nivel nacional muy por debajo de las regionales. Ambos concurren a las urnas, además, con el «colchón» logrado en los últimos comicios.

En 2007 ambos lograron resultados históricos y revalidaron, sin apuros, sus segundas mayorías absolutas. En el caso de la Comunidad, Aguirre ha gobernado los últimos cuatro años con 25 diputados más que el PSOE, la segunda fuerza política, y los sondeos dicen que podría aumentar aún más la diferencia. En los comicios de hoy se elegirán a 129 diputados, nueve más que en 2007. Sin embargo, pese a este incremento, el PSM podría incluso rebajar su representación regional. Su líder, Tomás Gómez, ha perdido el «fuelle» que le dio el triunfo en las primarias frente a Trinidad Jiménez. Al socialista le valdría con obtener el mismo resultado que su antecesor, Rafael Simancas, pese a que éste, ante su batacazo, dimitió tras el 27-M de 2007.

Elecciones «internas»
A Gómez le vale, al menos a nivel interno, con igualar a Simancas, sobre todo si se compara con el resto de comunidades donde, en general, el PSOE se prepara para el castigo por la gestión nacional. IU podría convertirse en la sorpresa, después de haber realizado una campaña de confrontación con el PSOE, su aliado natural. Su líder, Gregorio Gordo, tendrá que demostrar internamente lo acertado de su elección –sustituyó a la popular Inés Sabanés–.
La situación en el Ayuntamiento no es muy diferente. Gallardón se hizo en 2007 con el dominio absoluto del Pleno madrileño, al obtener 34 concejales, 16 más que el PSOE. Las encuestas dicen que revalidará la mayoría absoluta, avalado por el soterramiento de la M-30 y con Madrid Río inaugurado.

Y es que, no parece que el «fichaje estrella» de los socialistas, el ex secretario de Estado para el Deporte pueda remontar la derrota del ahora ministro de Industria, Miguel Sebastián. A diferencia de lo que hicieron sus antecesores, Jaime Lissavetzky ha anunciado que no abandonará su puesto si pierde. Y es que al candidato socialista también le valdría mejorar en al menos unos votos el resultado de Sebastián. Ángel Pérez, líder de IU municipal, cuenta con un electorado fijo que desde hace tres legislaturas le permite hacer oposición con cuatro o cinco concejales. Sin embargo, el resultado final en el Ayuntamiento de Madrid depende de la más que probable entrada de UPyD, que se estrenaría en el Palacio de Cibeles con hasta tres escaños.

Las «otras» batallas: los municipios
Si en 2007 el PP logró mejorar resultados en todos los municipios de más de 100.000 habitantes y hacerse con «bastiones» socialistas como Torrejón, Ciempozuelos, San Sebastián de los Reyes o Alcobendas, hoy aspira a más. En concreto, los populares han puesto la mira en los municipios que conforman el llamado «cinturón rojo», desmembrado desde 2003 con la victoria en Móstoles. La formación que dirige Esperanza Aguirre ha echado el resto en Alcorcón y Getafe. En 2007, se quedaron a sólo tres concejales de la «pinza» PSOE-IU, pero la designación de David Pérez, portavoz del PP en la Asamblea, como candidato podría darle el «empuje» que Aguirre busca en este municipio. La otra «diana» del PP está en Getafe. Juan Soler, portavoz adjunto, tendrá que recortar los cinco concejales que distaron al PP del Gobierno en 2007. Leganés, Pinto y Fuenlabrada son los otros objetivos.