La pintura de Viladecans interpreta el mundo poético de Salvador Espriu

BARCELONA- Cuando queda poco menos de un año para que se conmemore el centenario del nacimienrto de Salvador Espriu, Enciclopèdia Catalana lanza una edición de bibliófilo con algunos de los textos del poeta. «Sinera» reúne prosas, poemas y teatro en los que Espriu recreó su particular universo, la población que creó inspirada en Arenys. Pero un proyecto de estas características necesitaba también las ilustraciones de un autor cercano al mundo del autor de «La pell de brau» y este es Joan-Pere Viladecans.

La aportación del artista a esta obra se compone de 25 imágenes interiores de doble página, ocho viñetas, las cubiertas del libro y la caja-estuche y nueve originales para la colección de baldosas que acompañan el libro.

Joven amistad
Viladecans conoció a Espriu cuando tenía 18 años. En declaraciones a LA RAZÓN, explicó que «había realizado una serie de pequeñas pinturas inspiradas en "Cançons de la roda del temps"y fui con mi carpeta a verlo. Me sometió a una especie de examen del que más o menos me salí bien. Cuando realicé la exposición con aquella obra, hubo más contacto y me dijo que apostaba por mí».

El artista paseó el verano pasado por las calles de Arenys para empaparse del decorado que tanto impresionó a Espriu. Incluso ha empleado arena de su playa para crear algunas de las piezas del libro. «No me he fijado en obras concretas de Espriu. Es un autor cíclico que comienza y acaba en él mismo. Casi nunca emplea la metáfora, siendo muy existencial y metafísico», afirmó.

En las composiciones del lujos libro aparecen cipreses, arena, mar o la muerte, algunos de los elementos con los que el lector puede identificar la literatura del escritor. A ellas hay que sumar la colección de baldosas en las que Viladecans ha logrado capturar su particular interpretación de las series populares de oficios, frutas, dichos, costumbres y santos, entre otros.

El pintor cree que a Espriu le habría gustado su lectura de Sinera porque «era un hombre de gran generosidad. Diría que todo está muy pensado. Con él hablaba de pintura clásica y recuerdo que su artista favorito era Durero. De todas formas, he tratado de dar todo lo que podía en esta edición. La pintura no deja de ser trabajar con el misterio».

El libro, que sale esta semana a la venta, cuenta con dos versiones. Una de coleccionista, limitada a 50 ejemplares y personalizada por Viladecans, con precio de 5.900 euros. La otra, de 999 ejemplares, cuesta 2.990 euros.