Centros de Salud
«Mi madre ha sido víctima de los recortes sanitarios»
BARCELONA- Consuelo Carrasco, de 63 años, entró en Urgencias del Hospital Sant Pau de Barcelona el 29 de septiembre a las 13:11 horas y falleció nueve horas después esperando la llegada de un radiólogo, que no llegó nunca, o de que la trasladaran a otro centro sanitario, algo que tampoco ocurrió por falta de ambulancia. Así lo denuncia la familia. A las puertas del centro, ese día estaba convocada una manifestación contra los recortes sanitarios que está llevando a cabo la Generalitat de Cataluña.
«Mi madre sufría una cáncer de hígado provocado por la hepatitis que contrajo tras una transfusión de sangre hace 24 años y que también se le hizo en el Sant Pau», explica Consuelo Muñoz, la hija de la víctima. Ese jueves, su madre sintió fuertes dolores, se mareaba y vomitaba. Hasta dos vehículos de emergencias se desplazaron al domicilio de Consuelo para asistirla. Fue traslada hasta Sant Pau, donde permaneció una hora y media en un pasillo. La paciente sufría, y se lo hacía saber a su hija. Hasta las 18:00 no se le practicó el TAC que demostraba que tenía una hemorragia en el hígado, según relata la familia. La herida requería cauterización y por lo tanto, la actuación de un radiólogo. Pero uno de los facultativos que atendieron a la mujer comunicó a la familia que no había ningún especialista disponible ni lo iba a haber en las próximas horas. Eran las 19:00 de un día laborable.
LA FRASE
«Teníamos tres opciones: dejarla morir, esperar o pedir un traslado que no llegó»
Consuelo Muñoz
Hija de la víctima
«Nos dijeron que teníamos tres opciones: dejarla morir, esperar al día siguiente al radiólogo o trasladarla al Clínico», recuerda Consuelo hija. En ese instante, además de preguntar una y otra vez cómo era posible que no hubiera radiólogos, la familia movió cielo y tierra para que la mujer ingresara en el Clínico. La orden se emitió desde el Sant Pau sobre las 20:00 horas según el historial médico de Consuelo, explica su hija. Pero la ambulancia no llegó. «Salí de la sala de espera y vi cómo una manifestación de trabajadores del centro cortaba las calles y dos ambulancias del 061 aparcadas». Precisamente la concentración, que no era la primera, se convocó en señal de protesta por el ERE de casi 1.500 empleados que va llevar a cabo la dirección del centro. «No sé si fue la manifestación o el recorte de plantilla, pero lo que no es normal es que en un hospital como el Sant Pau no hubiese un radiólogo ni una ambulancia disponible», lamenta la hija, que cree que su madre ha sido víctima «de los recortes sanitarios».
El hospital guarda silencio
-Para la asociación El Defensor del Paciente, lo ocurrido en el Hospital Sant Pau es «indecente, inhumano y pueril», y puede constituir un delito de «omisión de socorro».
-El hospital aseguró ayer que no disponía de información suficiente sobre la atención a la paciente de 63 años.
-La familia se plantea acudir a los tribunales para denunciar lo ocurrido.
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