Leire Pajín

Ley antitabaco: «La norma es imprecisa y genera indefensión entre los ciudadanos»

Carmen, Ángeles, Victoria y Elena son empleadas del Hospital Gregorio Marañón, en Madrid, y fuman. Están sentadas en un banco próximo a la valla que rodea el recinto. «No sabemos si estamos cumpliendo la norma, pero nadie nos informa, así que saldremos aquí cada vez que nos apetezca un cigarrillo», dice Victoria

Un joven fuma un cigarrillo en la puerta de su colegio y frente a una escuela infantil
Un joven fuma un cigarrillo en la puerta de su colegio y frente a una escuela infantillarazon

Según la Ley Antitabaco, las mujeres no incumplen la normativa. Pero, pocos metros más adelante, en el acceso principal del centro, se agolpan numerosas personas, pitillo en mano: «Nos han dicho que en la puerta no podemos fumar pero que si bajamos las escaleras no hay problema», comentan tres hermanos indignados con la prohibición: «Me gusta fumar y esta iniciativa no me lo va a impedir», dice María. No lo saben, pero ellos sí incumplen la norma porque permanecen dentro del recinto hospitalario. «La valla es el límite, en las aceras se puede fumar», recuerdan desde Sanidad. Tanto en la capital como en otras autonomías, no todos los hospitales están acotados y ahí es donde surge la duda.

«El Hospital La Paz, en Madrid, no está delimitado, y en el centro hay una plaza donde los trabajadores fumaban, pero ahora ya no saben dónde ir. La ley está mal hecha, genera indefensión», explica Javier Blanco, portavoz de Fumadores por la Tolerancia. Este es uno más de los casos que crean tensión entre los ciudadanos, pues tanto los fumadores como los que no lo son no saben si están cometiendo un delito.


A fumar, enfrente

Sólo una manzana separa el Gregorio Marañón de un centro de maternidad, el Centro de Salud Goya y el Hospital Universitario Santa Cristina. Ninguno de ellos tiene acotado el recinto, así que, como dice una médico que trabaja en el último, «en la dirección del centro me han asegurado que puedo fumar en la acera pegada al hospital si me alejo de la entrada, y eso haré. Dicen que cada centro es el encargado de establecer el perímetro». Pero, ¿Qué distancia se considera lejos del acceso al centro? La norma no lo establece.

Contiguo a estos centros sanitarios está el Real Colegio Nuestra Señora del Loreto. Comparte acera con el Santa Cristina y, por lo tanto, a las personas que enciendan un cigarrillo en sus inmediaciones les pueden multar con hasta 600.000 euros, en los casos más graves, ya que la Ley Antitabaco indica que no se puede fumar en los accesos inmediatos o aceras circundantes a los centros docentes. Si cruzamos la calle nos encontramos con una situación similar: a la salida del Colegio Santa Ana y San Rafael se agolpan los estudiantes mayores con las papelinas y el tabaco de liar. Estos cigarrillos están de moda entre los jóvenes porque son más baratos que las cajetillas. «Antes, nos dejaban fumar en la puerta, pero ahora tenemos que cruzar de acera», asegura Álvaro, uno de sus estudiantes. Pero se da la circunstancia de que frente a este centro hay una escuela infantil.

No obstante, la ambigüedad no sólo existe en Madrid. En Barcelona, el complejo sanitario del Vall d'Hebron es un recinto muy amplio y cerca hay varios colegios en cuyas aceras no se puede fumar. El Hospital Virgen del Rocío y el Centro Sagrado Corazón se sitúan en un barrio sevillano lleno de niños. En sus inmediaciones se cuentan, al menos, tres centros educativos. Por ello, es probable que simplemente cruzar de acera no sea suficiente para cumplir con la norma.



Los niños ¿están protegidos?

La ministra de Sanidad, Leire Pajín, aseguró que uno de los principales objetivos de la nueva Ley Antitabaco era la protección de los niños; sin embargo, la norma no cumple su objetivo. No se puede fumar en la puerta de los colegios, ni en las aceras circundantes, pero no se especifica la distancia que debe mantenerse. Otro de los puntos controvertidos es el de los parques infantiles, ya que la ley indica que está prohibido fumar en las zonas delimitadas para ello. Pero, ¿si no está acotada el área infantil? «Son casos muy concretos y que deben analizarse particularmente», explican en Sanidad. El problema de estas lagunas es que, para taparlas, «cada autonomía puede desarrollar la norma como prefiera», dicen en Fumadores por la Tolerancia.