Marbella

Zaldívar declara ahora que «nunca» dijo que su exmarido llevara el dinero en bolsas de basura

La exmujer de Julián Muñoz, Maite Zaldívar, acusada de blanqueo de capitales, ha declarado que cuando se divorció del exalcalde de Marbella (Málaga) sólo "quería hacer daño", ya que "personalmente, me había roto la vida". Además, ha asegurado que su entonces marido traía dinero en efectivo a casa, pero que "nunca"dijo que fuera en bolsas de basura, insistiendo en que era dinero "legal".

"En ese momento le hubiera hecho pasar por cualquier calvario", ha asegurado este lunes Zaldívar con el objetivo de justificar los documentos que aportó su defensa en ese proceso de divorcio para argumentar que el nivel de vida que llevaban con el exalcalde de Marbella era muy alto. Ha insistido en que el momento "era horroroso", porque su familia se había "roto".

"No sé si es una coletilla de todos los hombres que se separan o que no son fieles, decía que la que estaba loca era yo, porque todo era mentira", ha afirmado Zaldívar. Ha revelado también que, incluso, ella misma llegó a preguntarle a la que luego fue la pareja de Muñoz (Isabel Pantoja) y que ésta le dijo que era "mentira"y producto de la "envidia"que le tenían "en este país".

Ha ratificado que su marido llevaba dinero en efectivo a la casa "cada mes", lo que no le extrañaba porque "trabajaba todo el día". Ha precisado que "no lo traía en bolsas de basura como se ha dicho"y que cuando se fue de casa en abril de 2003 no contó la cantidad que había, pero era "cercana"a los 50 millones de pesetas, porque a él "no le gustaba trabajar con los bancos".

Zaldívar ha asegurado que ese dinero era "legal"y que entonces no se cuestionó que fuera de procedencia ilícita, apuntando que "si en algún momento pienso que no es legal, le puedo asegurar que por lo menos no lo cojo para guardarlo". "Jamás en mi vida he intentado estafar, ni robar ni hacer nada a nadie", ha apuntado.

"Hoy por hoy, sigo pensando que ese dinero es lícito, que no es robado, que no es del producto raro de nada, que es producto de un trabajo y de unos bienes", ha apuntado la acusada, quien ha explicado que en su declaración ante el juez cuando fue detenida, junto a su hermano, "me quería ir a mi casa y le hubiese contestado al juez y al fiscal lo que ellos hubiesen querido".

Ha señalado que no reclamó la pensión compensatoria, que se fijó en 1.800 euros y, cuestionada por la fiscal, ha explicado que no lo hizo porque se sintió pagada con el dinero que se había llevado de la casa y que "no le iba a reclamar nada más". "Cuando se pasa todo este coraje te das cuenta de que quien tienes ahí en el fondo es el padre de tus hijas", ha apuntado.

Respecto al apartamento de Guadalpín, donde se fue a vivir tras la separación, ha indicado que "no se llegó a comprar, pero sí hubo una intención de compra", y ha añadido que había visto un contrato, pero no la escritura. Su argumento es que se fue allí por las circunstancias que tenía en su casa: "cuando llego pensé que era nuestro, pero luego se me dijo que no lo era", ha manifestado.

Por su parte, el exalcalde marbellí, acusado de blanquear dinero a través de sus exparejas, Maite Zaldívar e Isabel Pantoja -también procesada--, he terminado su declaración en el juicio que se sigue en la Sección Segunda de la Audiencia de Málaga y ha negado que llevara bolsas de basura con dinero a su casa cuando estaba casado con Zaldívar.

En su tercer día de declaración, Muñoz ha señalado que no sabe el dinero que había en la vivienda y que quien lo puede saber es la que entonces era su esposa. Ha apuntado que tras la separación, no hizo transferencias ni inyecciones de dinero a su ya exmujer y ha asegurado que "antes, si había dinero era de mi sueldo".

El exregidor ha negado haber recibido dinero de promotores a cambio de favores urbanísticos ni que la rebaja realizada a la cantante Isabel Pantoja en la compra de un apartamento en el hotel Guadalpín, en Marbella, fuera por tener una relación con él, sino por ser quien era y por la relación comercial que tenía.