Londres

La BBC busca recuperar su credibilidad tras la caída del director general

La BBC busca hoy recuperar su credibilidad tras la caída del director general, George Entwistle, a raíz de un polémico reportaje sobre abusos de menores, que ha puesto en entredicho la integridad de la más reputada emisora del mundo.

Entwistle presentó anoche su dimisión como máximo responsable de todo el contenido de la cadena británica tras la controversia provocada por la emisión de un programa sobre supuestos abusos de niños en Gales que salpicó por error a un expolítico conservador.

El reportaje había sido emitido el pasado día 2 en "Newsnight", uno de los espacios periodísticos estrella de la BBC, y hacía referencia a presuntos abusos en un hogar de acogida de niños en el norte de Gales e implicaba a un antiguo político de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher (en el poder de 1979 a 1990).

Aunque el político no fue identificado por "Newsnight", las redes sociales se apresuraron a divulgar por error el nombre de Lord McAlpine, extesorero de Thatcher en los pasados años ochenta.

Al ver su nombre asociado con unos presuntos delitos de menores en Gales, de los que él nada tenía que ver, McAlpine criticó el programa y amenazó con emprender medidas legales por "difamación".

Abrumado por las críticas y la aparente falta de liderazgo para atajarlas, Entwistle presentó anoche su carta de dimisión al presidente de la Fundación de la BBC (consejo de administración), Chris Patten, antiguo político conservador.

Entwistle declaró que dejaba el cargo por ser el "último responsable"de la emisión del reportaje, del que admitió -en una entrevista horas antes- no sabía que iba a salir al aire, lo que prácticamente selló su suerte como director general.

La ausencia de rigor a la hora de preparar el reportaje ha sumido a la cadena en una profunda crisis de confianza.

A esto se suma la controversia por las revelaciones de abusos de menores cometidos supuestamente durante años por el fallecido Jimmy Savile, un antiguo presentador estrella de la BBC, caso que ha tenido un gran seguimiento mediático en las últimas semanas.

Así, Chris Patten insistió hoy en la necesidad de restablecer "rápido"la confianza de la gente en la BBC, de lo contrario -dijo- la reputada credibilidad de la emisora estará "acabada".

El rigor y la calidad periodística son el sello de esta emisora pública, financiada por el contribuyente británico, pero con independencia editorial, lo que la convierten en punto de referencia de millones de oyentes y telespectadores en todo el mundo.

Por eso Patten -último gobernador de la antigua colonia británica de Hong Kong- prometió hoy elegir en cuestión de "semanas"al sustituto de Entwistle para que ataje estos problemas internos y ponga fin a un periodismo que calificó de "chapucero".

Y destacó la necesidad de llevar a cabo una "reorganización rigurosa, radical y estructural"de la BBC.

Patten afirmó que su labor será la de "restablecer la confianza y la credibilidad en la BBC. Creo que si no hago esto, estoy seguro de que la gente me lo hará saber", en referencia a que el contribuyente del Reino Unido también puede solicitar su dimisión como presidente.

La emisora, con una fuerza laboral de unas 23.000 personas, se financia a través de una licencia que paga el contribuyente.

En una entrevista hoy con la BBC, Patten se mostró a favor de que se siga haciendo periodismo de investigación, pero dejó claro que hay que recuperar el "control"a la hora de su elaboración y supervisión para impedir que los fallos puedan repetirse.

Entwistle, de 50 años, había llegado a la dirección de la emisora el pasado 17 de septiembre, en sustitución de Mark Thompson.

El pasado viernes, la BBC se había visto obligada a pedir disculpas "sin reservas"por la emisión del reportaje, que divulgó declaraciones de una víctima de los abusos en Gales, Steve Messham, quien afirmó que un destacado político había abusado de él.

Messham no facilitó en el programa la identidad del político, pero dijo que había trabajado en tiempos de Thatcher, lo que motivó que las redes sociales apuntaran a Lord McAlpine.

La polémica aumentó cuando Messham pidió disculpas el viernes al político al declarar que no era la persona que había abusado de él.