Asia

Oslo

Pekín presiona a Oslo para que no premie a un disidente

El Gobierno chino estaría presionando a Noruega para evitar que el Premio Nobel de la Paz le sea concedido el viernes 8 de octubre a un destacado disidente político, según denunció públicamente esta semana el director del Instituto Nobel Noruego, Geir Lundestad.

La mujer del destacado defensor de los Derechos Humanos en China, Liu Xia, sostiene las fotos de su marido encarcelado, Liu Xiaobo
La mujer del destacado defensor de los Derechos Humanos en China, Liu Xia, sostiene las fotos de su marido encarcelado, Liu Xiaobolarazon

La nominación que pretende bloquear Pekín es la de Liu Xiaobo, un profesor universitario que lleva 20 años batallando por los Derechos Humanos y que actualmente cumple una condena de once años de cárcel, acusado de «incitación a subvertir el poder del Estado».

Liu fue uno de los principales promotores de la llamada «Carta 08», un documento que sugiere reformas políticas y que fue redactado por un nutrido grupo de intelectuales y firmado por más de 10.000 personas en Internet. Lundestad aseguró a la Prensa noruega que la vicesecretaria de la Cancillería china en persona, Fu Ying, le hizo llegar una quejaabierta contra la nominación.

«Dijo que podría afectar negativamente a las relaciones entre Noruega y China y podría ser visto como un acto poco amistoso», sostuvo, parafraseando a la vicesecretaria Fu. Aunque niega haber ejercido presiones diplomáticas, el Gobierno chino no ha ocultado en ningún momento que se opone a la candidatura. Interrogada por la Prensa extranjera, una portavoz del Ministerio de Exteriores aseguró que Liu está cumpliendo condena de cárcel por un delito y que premiarlo sería mandar un mensaje «erróneo» al mundo.

«Sus actos son completamente contrarios a los principios del Premio Nobel de la Paz», aseguró la funcionaria. Las presiones se producen en medio de las negociaciones entre Pekín y Oslo para un importante tratado comercial, una firma que muchos consideran un proyecto piloto de un acuerdo más amplio entre elgigante asiático y la Unión Europea. Además, Noruega lleva meses buscando un acuerdo con China para invertir en explotación de hidrocarburos en alta mar, una industria en la que el país escandinavo posee tecnología puntera desarrollada en sus importantes yacimientos.

El Premio Nobel de la Paz es el único que se falla y se entrega fuera de Suecia, concretamente en Oslo, la capital noruega. El Gobierno noruego ha insistido en reiteradas ocasiones en que la decisión de los premios Nobel es autónoma y su Gabinete no debe, ni puede, ejercer ninguna influencia sobre el jurado. Lundestad, por su parte, aseguró que no es la primera vez que China ejerce presiones de este estilo y añadió que el jurado no se dejará condicionar, como no lo hizo en 1989 cuando le fue concedido el premio al líder religioso tibetano, el Dalai Lama, haciendo coincidir el premio con la matanza de Tiananmen. En los últimos años, varios activistas y disidentes chinos han sido nominados al Nobel de la Paz y el nombre de Liu Xiaobo se ha utilizado con frecuencia. Según la prensa norteamericana, la candidatura de Liu es una de las más sólidas entre las 237 presentadas. Fuentes citadas por medios extranjeros aseguran que su nombre figura en una «lista corta» elaborada por el tribunal con los candidatos que cuentan con posibilidades reales. Liu cuenta con apoyos internacionales. La Fundación Vicente Ferrer en India también integra la lista de favoritos.