Sevilla

El PP ve «un fin de ciclo» tras «dos años en blanco» de Griñán

Critica la falta de soluciones ante la crisis económica y el «incendio intencionado» de la función pública. 

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El líder del PP-A volvió ayer a lanzar toda su artillería contra la gestión de José Antonio Griñán al frente de la Junta de Andalucía. Crisis económica y crispación social fueron los dos sustentos principales de las críticas de Javier Arenas a la labor realizada por el sucesor de Manuel Chaves durante el denominado «bienio más negro de la autonomía andaluza», según sus propias palabras.

Tras mantener una reunión con los senadores y diputados populares de Sevilla, el jefe de la oposición fue muy duro con las medidas que desde el Gobierno andaluz se han realizado en materia de economía y con la reforma del Sector Público. Una remodelación, que a juicio de Arenas, supone el colofón de «dos años de desgobierno» además de un «incendio intencionado de la función pública».

En su balance de la gestión de Griñán, destacó la incapacidad del Ejecutivo para controlar el gasto público, lo que ha permitido que el PIB haya pasado de un +0,86% en 2008 a un -2,99%, según los datos de marzo de 2011. En este sentido, reseñó el crecimiento del endeudamiento andaluz, que ha superado los 12.000 millones de euros, y que la convergencia regional bruta se sitúa casi un punto por debajo de la media europea. Por ello, consideró que Griñán se ha pasado estos dos años «como candidato a presidente de la Junta, no habiendo llegado a serlo nunca, y sin coger las riendas ni del Gobierno andaluz ni del PSOE-A». Así, señaló que será recordado como «Griñán, el breve, porque nadie hizo más daño a Andalucía en menos tiempo», pues según él, durante su mandato se ha alcanzado un récord histórico de parados, se han destruido 205.300 empleos, la tasa de paro, con un 28,35%, triplica la media europea, la Seguridad Social ha perdido en lo que va de legislatura 291.500 afiliados y se han destruido 42.745 empleos autónomos. Con estas cifras, su conclusión fue que «Griñán heredó la presidencia de la Junta y nos va a dejar la peor herencia posible: el paro, la desconfianza de los inversores y el descrédito hacia la política». Una desconfianza que se apoya en la falta de peso específico de Griñán a la hora de dirigir el Gobierno regional, pues «le tiemblan las manos», aunque Arenas consideró que por contra, en la Cámara andaluza «el rodillo socialista se ha mantenido con la misma firmeza» de siempre. El líder popular aseveró que el presidente andaluz «ha tirado a la papelera» su discurso de investidura «al no haber cumplido ni una sola promesa».

«Fin de ciclo», una máxima repetida con vehemencia desde las filas populares y avalada por las últimas encuestas, que les da el 48% de los votos en el caso de que hoy se celebraran las elecciones autonómicas. Un cambio en la fotografía institucional propiciado por «el fracaso económico, la crisis social, los escándalos, la luchas internas y el naufragio del liderazgo del presidente», quien ha puesto en marcha una «agenda oculta» marcada por la privatización de los servicios sociales y coronada por el conflicto abierto con la reforma del sector público. Para el secretario general del PP-A, Antonio Sanz, se trata de «uno de los grandes fracasos», pues «se ha incendiado la función pública y las manifestaciones en contra han sido históricas». Una remodelación que busca «el blanqueo y la consolidación de una Administración paralela, que supone una privatización encubierta».

Este desgaste institucional se palpa en la descomposición del Gobierno, ya que desde la llegada de Griñán a la presidencia ha habido «cuatro gobiernos y 27 consejeros, pese a que no se haya reducido el número de altos cargos y delegados provinciales», dijo Sanz. Aseveran que «el comienzo de la solución vendrá el próximo 22 de mayo, día de las elecciones municipales», afirmó Arenas, quien considera que los 771 candidatos socialistas a estos comicios representan las políticas de «Zapatero, Chaves y Griñán».