Exteriores

Albares regresa de Bruselas sin acuerdo sobre Gibraltar

Las partes dicen que hay «avances importantes» y señalan que el pacto sobre el Peñón se está acercando

Tras una larga reunión, que se prolongó durante al menos seis horas en Bruselas, el vicepresidente de la Comisión Europea encargado de la relación con Reino Unido, Maros Sefcovic, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, su homólogo británico, David Cameron, y el ministro principal de Gibraltar, Fabián Picardo, no llegaron a un acuerdo sobre el Peñón, pese a las expectativas levantadas por el Gobierno español, que se mostraba «esperanzado» y apuntaba que podía cerrarse «definitivamente», al mediodía de ayer.

Nada más lejos de la realidad. En un comunicado conjunto Madrid, Londres, Bruselas y Gibraltar anunciaron que «las discusiones se desarrollaron en una atmósfera constructiva, con avances importantes y áreas adicionales de acuerdo». Añadieron que todas las partes están convencidas de que el acuerdo se está acercando y trabajarán estrecha y rápidamente en las áreas pendientes hacia un acuerdo general entre la UE y el Reino Unido.

De hecho el tiempo corre en contra. La proximidad de las elecciones europeas, que se celebrarán el próximo 9 de junio, y el posible adelanto de los comicios en Reino Unido con un probable cambio de color en el Ejecutivo británico meten prisa a las partes para cerrar cuanto antes este acuerdo que definirá la relación entre el Peñón y Bruselas tras el Brexit.

En este sentido, las partes reiteraron su compromiso con ultimar un acuerdo que «lleve confianza, certeza legal y estabilidad a las vidas y medios de vida de los habitantes de toda la región, protegiendo y mejorando la economía y el comercio, la movilidad, el medio ambiente y el bienestar social, al tiempo que se preservan las posiciones legales», en referencia a la postura respecto a la soberanía tanto de Reino Unido como de España.

Desde que arrancaron las conversaciones se acordó buscar una integración en el espacio Schengen y la Unión Aduanera de la colonia británica, que, de facto, llevaría la eliminación de La Verja y a poner en marcha controles entre agentes europeos y españoles en el puerto y en el aeropuerto que usa la fuerza aérea británica. En definitiva, el objetivo, según repite constantemente el Gobierno español, es impulsar una zona de prosperidad compartida, que abarque el Campo de Gibraltar. Sin embargo, para ello es preciso adaptar aspectos como una armonización con la colonia británica, considerada un refugio fiscal por el Parlamento Europeo. Hay que recordar que allí no existe IVA y el impuesto sobre sociedades es mucho menor. Además, el Peñón tampoco está sujeto a tasas medioambientales comunitarias.