"Cisma" en Belorado

«Agotaremos las vías para no excomulgar a las clarisas»

Mientras la Iglesia busca puentes con las monjas cismáticas de Burgos, el falso obispo que las arropa exalta la dictadura franquista

No a los baculazos. Es la máxima que prima en la Iglesia española y en la Santa Sede para superar el escándalo generado por la decisión de las monjas clarisas de Belorado de abandonar el catolicismo. «Vamos a hacer todo lo que está en nuestra mano para evitar la excomunión», exponen a LA RAZÓN fuentes eclesiales, a pesar de la cerrazón de las religiosas, que han negado la autoridad de los seis últimos Papas y se encuentran bajo el amparo del falso obispo Pablo de Rojas.

Si bien es cierto que negar la autoridad de Francisco como pontífice de la Iglesia católica constituiría un «delito contra la fe» de extrema gravedad desde el punto de vista canónico, no hay interés alguno de tomar una decisión ipso facto. Es más, desde el Arzobispado de Burgos confían en que, una vez que baje el suflé mediático, se pueda establecer un «diálogo sereno», no solo con la abadesa, sor Isabel de la Trinidad, sino con cada una de las religiosas. «Antes de llegar a la excomunión, queremos verificar que todas y cada una de las monjas han actuado libremente», comentan desde la archidiócesis burgalesa, convencidos de que algunas de ellas podrían no estar «en plenas facultades» a la hora de decidir si se sumaban a esta escisión. Si no lograran que las todavía clarisas entren en razón, el siguiente paso sería una amonestación oficial por parte del Arzobispado y, en última instancia, la excomunión.

Todo este proceso estará directamente tutelado por el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, y a priori no está previsto que intervenga Roma directamente. «Se confía plenamente en él, como se ha hecho hasta ahora», reconocen fuentes vaticanas a este diario, que valoran la puntual información facilitada por el prelado español de forma permanente.

Sin embargo, no parece que se den las circunstancias para propiciar un encuentro entre el arzobispo y las clarisas rebeldes. Más aún, después de la intervención de Pablo de Rojas en «Tardea». Ana Rosa Quintana entrevistó en directo y en exclusiva al fundador de la llamada Pía Unión de San Pablo Apóstol, que volvió a reiterar que el Papa Francisco «es un hereje». Para de Rojas, hoy por hoy, solo hay dos obispos legítimos en España y desveló que su organización cuenta con siete «sacerdotes» y hasta 200 «numerarios», haciendo suya la terminología propia del Opus Dei. Durante la intervención, orilló cualquier condena al Holocausto. «Soy un gran admirador de la doctrina social que Franco impuso en España y todo lo que prosperó España después de la Guerra Civil provocada por los que nos están gobernando, por los socialistas y comunistas», subrayó.

En paralelo a esta cuestión, las clarisas de Vitoria demandarán a las monjas cismáticas de Belorado con el fin de anular la venta del convento de Orduña que, a priori, habían cerrado con ellas.