Elecciones

La SGAE dará voto a 12600 socios más

La entidad propone nuevos estatutos con listas electorales abiertas, un único presidente y mayor participación. La refundación de la SGAE, anunciada tras el escándalo del pasado mes de julio y la salida de la entidad de Teddy Bautista, da sus primeros pasos. 

Onetti, Reixa y Marvizón, en la SGAE
Onetti, Reixa y Marvizón, en la SGAElarazon

Así, en las próximas elecciones habrá más socios con voto: se pasará de los 8.220 actuales a 20.881 (lo que supone un incremento del 154%). Será consecuencia de la creación del «voto social», que permite participar en las elecciones a cualquier autor que haya generado derechos de autor en los últimos cuatro años por al menos 640 euros (el salario mínimo interprofesional. Otra de las novedades es la eliminación de la figura del presidente del consejo de dirección –el puesto que ostentó Bautista durante años–, órgano que pasará a estar encabezado por el único presidente de la entidad: el de la junta directiva electa. El cargo, por tanto, recaerá por fuerza en un autor, y estará limitado a dos mandatos.

Del 20-N al 30-N
Son algunas de las conclusiones presentadas ayer por la comisión designada el pasado 20 de septiembre, encargada de reformar los estatutos de la entidad en lo que concierne a su sistema electoral. Lo hicieron tres de sus miembros, Antón Reixa, Antonio Onetti y Manuel Marvizón. Los socios de la entidad deberán aprobar este reglamento en una asamblea general extraordinaria el próximo 30 de noviembre; el texto también deberá recibir el visto bueno del Ministerio de Cultura, probablemente en funciones tras las elecciones del 20-N.

A las medidas anunciadas, explicó Reixa, se ha llegado «con la convicción común de refundar y renovar la SGAE o, lo que es lo mismo, reconquistarla para los socios». Para muchos no era lógico que de los aproximadamente 100.000 socios menos del 10% pudiera votar. Con todo, el sistema básico de proporcionalidad se mantiene. Y es que conviene recordar que la SGAE es una entidad sin ánimo de lucro que se dedica a recaudar los derechos generados por las obras de sus socios para repartirlos de forma proporcional. Como señalaron ayer los portavoces de la comisión, la mitad de los socios de la entidad apenas genera derechos: el 6,44% sólo lo ha hecho una vez y otro 42,41% no lo ha hecho nunca. Así, queda descartado el sistema reclamado por algunas voces de «un hombre, un voto».

El sistema de votación mantiene el sistema de votos permanentes y temporales: los primeros, hasta 20 por persona, son los que un autor puede acumular por derechos generados históricamente; los segundos, hasta otros 10, se obtienen por lo generado en los últimos años. Este sistema ya existía, pero el nuevo baremo para obtenerlos «contempla criterios de proporcionalidad», explicó Reixa. Con la novedad del mencionado voto social, un autor puede tener hasta 31 votos.

 Otro cambio es la eliminación de los controvertidos avales, que tanto dieron que hablar en las pasadas elecciones. Además, las listas electorales serán abiertas: cada candidato aparecerá de forma independiente –y por orden alfabético– en las papeletas de votación a la junta directiva, que estará compuesta por 39 miembros (uno más que ahora). En las papeletas, junto al nombre del candidato, podrá añadirse si éste concurre en una «agrupación» (otra denominación para una «candidatura» no individual). El recuento electoral favorecerá por medio de la Ley D'Hondt estos casos.

En un discreto segundo plano, el portavoz de la actual directiva, Sabino Méndez, no quiso restar protagonismo a Reixa y compañía, y aunque estuvo presente tan sólo añadió que es un paso «muy positivo». También acudió a la cita en la SGAE el principal candidato de oposición a Bautista en las pasadas elecciones, José Miguel Fernández Sastrón, miembro además de la comisión que ha elaborado el reglamento. «La refundación de la que tanto se habla la tienen que hacer los autores que estén legítimamente representados. Eso era lo fundamental y creo que se ha conseguido», celebró.

 

Comicios más transparentes
Una de las novedades es la eliminación del polémico voto delegado. En cuanto al voto por correo, no podrá estar gestionado por terceros contratados y pasará directamente a manos de un notario. Además, la Comisión Electoral que vigile los comicios estará formada por dos reconocidos juristas más un representante del Ministerio de Cultura.