Europa

Valencia

El megahospital del despilfarro manchego

El «faraónico» proyecto de Toledo que ideó el PSOE nació con un coste de más de 300 millones de euros e instalaciones de lujo. Las obras están paradas por falta de fondos

El megahospital del despilfarro manchego
El megahospital del despilfarro manchegolarazon

TOLEDO - Instalados en la «borrachera» de gasto público y privado de aquel espejismo económico en el que vivía nuestro país, a nadie le escandalizó la construcción en Toledo de un hospital que perseguía ser el más equipado de Europa. Pero en la España de hoy, las dimensiones, la decoración y la propia arquitectura del nuevo centro sanitario –diseñado por el portugués Álvaro Siza, ganador del Premio Pritzker, el Nobel de la Arquitectura– hacen de este emblema sanitario del Gobierno del PSOE un canto al despilfarro y al exceso en un momento de penuria nacional.

Amplios despachos de 40 metros cuadrados para mandos intermedios –con ducha, grifos con célula fotoeléctrica y un sanitario de 600 euros–; azulejos fabricados artesanalmente a 180 euros el metro cuadrado, elegantes lucernarios y mucho mármol son partes de la infraestructura sanitaria inacabada que probablemente será redefinida ante la utopía de afrontarla en estos tiempos. Los expertos en gestión hospitalaria siempre recalcan que la inversión inicial en la construcción de un hospital es, al menos, lo mismo que costará mantenerlo cada año. En este caso, más de 300 millones de euros.

Un proyecto «faraónico» parado por falta de fondos. Ésa es la opinión del actual Gobierno castellanomanchego del PP al definir un diseño gestado en la etapa de gobierno socialista, cuando Fernando Lamata era consejero de Sanidad y Roberto Sabrido, gerente del servicio regional de salud, Sescam, a principios del presente siglo. Para el actual director gerente, Luis Carretero, «se trata de una obra sobredimensionada. Si bien el viejo hospital Virgen de la Salud, que tiene más de medio siglo, necesitaba ser reemplazado, lo que se estaba construyendo era algo muy bonito, pero poco funcional. No se trata de levantar una catedral, esto es un hospital. Seguro que Frank Gehry, como Siza, podría hacer un Guggenheim, pero no es eso lo que se le pide a un centro sanitario».

Basta con caminar a lo largo de la calle que transcurre paralela a la fachada bajo el sol justiciero de la capital manchega para darse cuenta de la magnitud de un conjunto de edificios que ocupan 175.000 m2 de una parcela de más de 364.000 m2 en la que cabrían 37 campos de fútbol. Imaginemos caminar de la consulta a la habitación de un enfermo. De hecho, se ideó un sistema de cintas transportadoras para llevar la comida, ya que la distancia hasta la cocina hacía imposible que llegase caliente al paciente mediante el sistema tradicional.

Desde las filas del PSOE se argumenta que «el proyecto no es desmesurado, ni en su ratio de camas –800 para los 700.000 habitantes de la provincia– ni en el coste por metro cuadrado, que no llega a los 1.000 euros. Otros hospitales como La Fe de Valencia, Son Espases de Mallorca o el Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid) tienen más camas para atender a menos población y supusieron un coste mayor. No es una obra faraónica, sino un hospital necesario y de referencia para toda la región», contrapone Fernando Mora, portavoz de Sanidad del PSOE en las Cortes de Castilla-La Mancha.

Según la Consejería de Sanidad, ya se ha gastado el 130 por ciento del presupuesto previsto y sólo se ha ejecutado un 30 por ciento de la obra. Entre el esqueleto de hormigón levantado, la galería central se asemeja a un centro comercial o a la T4 de Barajas. El arquitecto Siza luce sus habilidades en los edificios de hospitalización, edificados a modo de puente colgante con enormes vigas de hasta 36 metros de longitud que jamás se apreciarán cuando la fachada recubra el pabellón. Sin embargo, como casi todo en esta obra, el coste duplica al del tradicional con hormigón.

 

Caseta de obras de diseño
El pabellón técnico de obra (PTO), habitualmente en otras obras e infraestructuras una modesta construcción para el personal técnico, es en el caso del hospital de Toledo un edificio de diseño de 800 metros cuadrados con un coqueto jardín. Su coste asciende a la astronómica cifra de 1,7 millones de euros, con un sorprendente gasto adicional de 2,1 millones de euros por la dirección facultativa del proyecto, un sobrecoste que pocos se explican. Por su parte, Fernando Mora, portavoz de Sanidad del PSOE en Castilla-La Mancha, asegura que todavía están a tiempo de sentarse con el Gobierno y «si hay que cambiar el mármol por otros materiales, se hará. Creemos que lo mejor es acabarlo, aunque lo pospongamos hasta 2018», afirma Mora.