La dieta Montignac se queda sin padre

Fue un niño obeso y quiso experimentar sobre sí mismo unos principios nutricionales que estudió después de estudiar la carrera Ciencias Políticas. En tres meses perdió quince kilos y fue entonces cuando quiso dar a conocer al mundo su secreto: adelgazar sin restricciones calóricas, simplemente escogiendo de manera correcta los alimentos. Estos fueron los pilares del método de adelgazamiento disociado que convirtieron a Michel Montignac, fallecido el pasado domingo en Annemasse a los 66 años, cerca de la frontera francesa con Suiza, en el dietista preferido por las «celebrities». Bajo el nombre de la dieta Montigac, atendió a artistas de la talla de Kylie Minogue, Gerard Depardieu y Hugh Grant. «No es una dieta en el sentido tradicional», comentó en más de una ocasión el nutricionista. Su plan de alimentación consistía en evitar aquellos nutrientes con alto contenido en carbohidratos (el pan y las patatas) favoreciendo los que son ricos en proteínas (la carne y el pescado).

Expertos en contra
Sin embargo, los expertos en la materia con título siempre le acusaron de intrusismo e incluyeron su plan dentro de las «dietas milagro» dañinas para la salud. A pesar de ello, en veinte años vendió más de 16 millones de ejemplares de su recetario básico, «Comer para adelagazar», además de elaborar una veintena de títulos en los que combinó la escritura con la investigación y las conferencias.