Nueva York
La moda sale de noche
Miles de madrileños disfrutaron del «glamour». Las tendencias tomaron la Milla de Oro
Madrid- Lo de menos eran los descuentos. Había que estar. Esta parecía ser la filosofía de los miles de madrileños que ayer se echaron ala calle para la Fashion's Night Out. En la carpa de las «celebrities» no faltó el glamour. A falta de Anna Wintour, la revista «Vogue», precursora de la iniciativa, contó con lo más «in» del famoseo, huyendo de toda caspa. Véanse: Nieves Álvarez en Mont Blanc, Cari Lapique en Suarez, Laura Sánchez de acá para allá o Ana Obregón rememorando en el photocall que «yo fui la primera portada del Vogue». El otro Duque, Rafael Medina, se hizo esperar en Scalpers, si bien mando réplicas de sí mismo a lo largo y ancho de Velázquez. Mientras, a las modelos de InNovias no les dio tiempo a decir aquello de «Payo, que me lo quitan de las manos» con sus regalitos.
Pero no hacía falta agolparse ante la alfombra de los rostros populares, como Carmen Lomana vitoreada a cada paso y con el don de la ubicuidad, en Ortega y Gasset y la televisión a la vez, para pasar revista a lo último en tendencias. Mucha plataforma, minivestidos, algún que otro tocado, brilli-brilli que chirriaba y gafas de sol incluso en la penumbra. Que Madrid no es Nueva York. Y no hay que tomárselo como una ofensa, porque no esté Anna Wintour. Entre otras cosas, porque aquí con tomar una calle cerrada al tráfico basta para montarse una fiesta. Y así se pudo ver en la Milla de Oro, Fuencarral, la zona de Triball y Las Salesas.
Estilo e historia «fashion»
Intentar ir de «shopping» se tornó en capricho al alcance de pocos, pues tocaba esquivar a los que buscaban el canapé y la cerveza light como complementos de temporada. Menos mal que se pudo catar el vino de la casa que ofrecía Amaya Arzuaga. Para desestresarse ante los hambrientos de glamour, los enganchados a Ibiza se arremolinaron la DJ de Pachá, la australiana Sarah Main, en la tienda Pepe Jeans.
Para los que buscaban aprovechar la nocturnidad para aprender algo más de historia «fashionista», en Barbour les experaba una exposición retrospectiva de los 116 años de historia de la firma británica. Y lo bien que aguantan... Aquello empezó como un taller para gabardinas de pescadores y hoy es un clásico de la caza y de un «casual wear» al estilo british que versiona hasta el japonés Tokito. De estreno estaban los de Harmont & Blaine , la firma del perro en la solapa, que hicieron lo imposible para que la apertura de la tienda coincidiera con la Noche de la Moda. Y es que la ocasión lo merecía. Que se lo digan a Gallardón, que ayer subrayó en el brindis de apertura que «en Madrid nos tomamos muy en serio el mundo de la moda».
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