Viejos complejos

La nueva Ley Antitabaco está dejando al descubierto todos los complejos de ciudadanos de un país pequeño, deprimido y resignado que tenemos los españoles. Los bares madrileños sufren unas pérdidas de entre el 24 y el 31 por ciento. Nuestra libertad ha sido restringida y nuestro bolsillo maltratado.
Sin embargo cuando lo comentas, todavía hay quien argumenta que esta es una ley que nos pone a la altura de los europeos y debemos aprender a respetar los derechos de los no fumadores como ocurre en el resto de Europa. Este argumento despierta los viejos fantasma de nuestra inferioridad, de la baja consideración que tenemos de nosotros mismo y nuestra historia.
El otro día me dijo un camarero del Hotel Emperador, que no nos podemos quejar, que peor estábamos hace treinta años. De nuevo renace la inferioridad intrínseca del español ¿Cómo vamos a soñar con sobrepasar a los alemanes o a los ingleses? Esta actitud, además de justificar a un Gobierno incapaz, es inaceptable para cualquier sociedad que quiera avanzar. Me niego a aceptar esa incapacidad para soñar con un futuro mejor, para coger lo que nos pertenece por un absurdo pesimismo culpable.
 Europa se ha definido por su adhesión o su oposición a España, sin Lepanto no habría democracia, sino califas, y sin contra reforma el mundo alemán y el anglosajón no habrían desarrollado ese espíritu mercantilista que les define como sociedades. Que inventen ellos, porque Madrid es el corazón de Europa puesto que lo fue del Imperio