El alcalde insiste en la Encarnación para una estación central del metro

Días después de que que comenzara la exposición pública de los anteproyectos de las líneas 2, 3 y 4 , el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, entra en el debate sobre la red completa del metro dando una de cal y otra de arena. Por un lado, se pliega definitivamente a los designios de la Junta de Andalucía para que el casco histórico sólo cuente con una parada y, por otro, insiste en que esa solitaria «estación central» de la Línea 2 debe ubicarse en la plaza de la Encarnación. Para Monteseirín, las preferencias técnicas y económicas esgrimidas por los expertos redactores de los anteproyectos, Ferrocarriles Andaluces y la Consejería de Obras Públicas no resultan aceptables y considera sólo «razonable» la apuesta autonómica por la plaza del Duque, recordando que hay «otras sugerencias» para la ubicación de la terminal.El alcalde apunta al mismísimo centro del proyecto Metropol Parasol pese a que sería inevitable levantar las «setas», bajo el «criterio» de la mayor afluencia de público: el eje Puerta Osario-Ponce de León-Encarnación es «por donde llega el flujo de ciudadanos. Esa es la razón», apostilló.La única concesión que Monteseirín parece dispuesto a hacer es que la estación del centro se construya en la plaza Ponce de León, aunque el anteproyecto de la Línea 2 también desaconseja esta opción por el limitado espacio disponible para un pozo de ataque de 32 metros de diámetro y el elevado riesgo arqueológico de los trabajos previstos con tuneladora a 50 metros de profundidad. El documento concluye que, en el «improbable» caso de que la plaza del Duque fuera descartada, la opción preferente sería la zona interior de Cristo de Burgos.En este aparente desacuerdo sigue ganando la Junta, más cuando Monteseirín aseguró en mayo pasado, al adelantar un acuerdo sobre el metro, que la Junta aceptaba las exigencias del Ayuntamiento: la prioridad de la Línea 3, el trazado subterráneo en el centro y las zonas pobladas y la construcción de una estación «en el entorno de la Encarnación».IncumplimientosEl cumplimiento de este último compromiso no está claro en absoluto, así que el alcalde vuelve a presionar públicamente en favor de la Encarnación. Su empeño resulta, cuanto menos, curioso, ya que la necesidad de levantar el Metropol Parasol es bien conocida también para el Gobierno local.Ya en octubre de 2007, la Gerencia de Urbanismo intentó negociar –sin éxito– con la Junta anticipar la construcción de la terminal del suburbano al inicio de las «setas», para «ahorrar costes» y, sobre todo, no «romper» la obra emblemática del PSOE poco después de su tardía finalización. Según Europa Press, Monteseirín consideró «inteligentes» el resto de criterios reflejados en los anteproyectos de las nuevas líneas y calificó de «estupidez soberana que el metro se utilice para moverse por el centro». Desecha así la segunda parada del metro en el casco histórico reclamada por los vecinos, comerciantes y la oposición, reiterando que la «movilidad interna» se resolverá con transportes públicos «en superficie», o sea, tranvías y autobuses.