Málaga

Condenados a un año de cárcel por agredir a un profesor

El Juzgado de lo Penal Nº1 de Plasencia (Cáceres) ha condenado a un hombre a un año y dos meses de prisión como autor de un delito de atentado contra el profesor de su hermana, al que agredió el 30 de noviembre de 2007 cuando éste salía del Instituto de Enseñanza Secundaria 'Jalama', de la localidad cacereña de Moraleja, donde imparte la docencia. El condenado por este delito, cometido contra un funcionario público, deberá además indemnizar al profesor agredido con 5.310,24 euros y pagar una multa por las lesiones ocasionadas de 330 euros. El auto también contempla una pena de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena Según explica la sentencia los hechos son constitutivos de "un delito de atentado a funcionario público", previsto y penado en el Código Penal. "Una figura penal a través de la cual se trata de proteger el principio de autoridad que representan quienes ejercen funciones públicas u oficiales, cuando se encuentran en el ejercicio de las mismas, o cuando sin encontrarse en él, la conducta está motivada por actuaciones previas del agente, autoridad o funcionario", explica el auto. En cuanto a los hechos, según ha explicado la Junta de Extremadura, éstos se produjeron cuando el acusado se dirigió al profesor de su hermana, a la salida del instituto, para pedirle explicaciones sobre el trato para con su hermana: En ese momento, según la sentencia, se "lanzó contra el profesor y le propinó un puñetazo que le alcanzó la mejilla izquierda". Una agresión que "generó en el profesor un estado de ansiedad y como secuela psíquica le quedó síndrome ansioso", concluye el fallo judicial.

Un manotazo a una profesoraEl Juzgado de lo Penal número 1 de Málaga ha condenado a un año de cárcel a una mujer por un delito de atentado a la autoridad por dar un manotazo a la directora del Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) donde estudiaba su hijo, a la que también amenazó e insultó. Además, impone una indemnización de 600 euros por daños morales. Los hechos tuvieron lugar en marzo de 2007 cuando, según la sentencia, que se puede recurrir ante la Audiencia, la acusada fue a la administración del IES para pedir explicaciones sobre la situación de su hijo. Tras "ocasionar"un alboroto, se acercó la directora del centro. En ese momento, la procesada le dijo a gritos a la afectada: "eres una mierda"y "tienes la cabeza como una maceta", entre otras expresiones, introduciendo la mano en el interior del departamento de secretaría por la ventanilla y dándole un manotazo que dio a la directora en la mejilla. Asimismo, según la resolución le manifestó que se acercara para ver "lo que es pegar"y añadió: "te voy a rajar". A consecuencia de estos hechos, se declara probado, estuvo tres meses de baja solicitando el cambio de centro y perdiendo la paga correspondiente al cargo de directora. Para la jueza, se trata de un delito de atentado que no se aplica únicamente a agentes de las fuerzas del orden público sino también, desde hace varios años, a todos los profesionales en especial a los que trabajan como funcionarios dentro de la enseñanza, sanidad y servicios sociales públicos, siempre que estén ejerciendo. "Con el acometimiento contra -entre otros- aquellos que ejercen el trabajo de la educación se degrada la autoridad como concepto necesario en la vida democrática y en el diálogo y respeto mutuo con especial reflejo en las aulas", señala la magistrada, quien añade que este delito engloba una falta de amenazas. Así, precisa que la acusada era "consciente en todo momento"de que "su acometimiento se dirigía hacia quien era entonces la directora del centro y con la finalidad de atentar contra la autoridad que ello representaba, dañando su posición frente a los terceros que presenciaron la situación generada". La acusada declaró que la atendieron correctamente y se marchó, lo que "no concuerda en absoluto"con la declaración de la perjudicada, del jefe de estudios, del orientador escolar y de la administrativ de la Secretaría. Además, precisa que la mujer "no tuvo reparos en fingir un repentino ataque de tos"durante la declaración de la afectada para "poner nerviosa a la testigo".