Ginebra

Tarek Aziz el «número dos» de Sadam morirá en la horca

Fue la cara amable y más internacional del régimen de Sadam Husein, pero, desde ayer, Tarek Aziz está condenado a morir en la horca, según la sentencia del Tribunal Supremo iraquí.

Tarek Aziz, condenado a muerte
Tarek Aziz, condenado a muertelarazon

El portavoz del Alto Tribunal, Mohamed Abdul Sahib, no precisó la fecha en la que se materializará la pena que acabará con la vida de este hombre de 74 años. De momento, tiene un mes para apelar.
 Aziz ya había sido condenado a quince años de prisión por el asesinato de 42 empresarios en 1992 y a otra pena de siete años de cárcel por forzar el desplazamiento de kurdos desde sus regiones de origen, pero ayer el juez Mahmoud Saleh Al Hasan le condenó al máximo castigo, la horca, por su participación en los asesinatos deliberados de militantes de partidos religiosos. Su abogado, Badee Izzat Aref, ha acusado al Gobierno de argumentar un veredicto que consiga desviar la atención de las recientes filtraciones de Wikileaks sobre los abusos de las fuerzas iraquíes durante la guerra. «La sentencia no es justa y tiene una motivación política», dijo.
En algunos sectores se afirma que la condena es una «venganza» del actual primer ministro, Nuri Al Maliki, cuyo partido fue perseguido duramente por Sadam.
 Aziz saltó a la escena internacional por su defensa del dictador y sus críticas a EE UU, primero como ministro de Exteriores y después como «número dos» del régimen. Su reunión con el entonces secretario de Estado de EE UU, James Baker, en Ginebra en enero de 1991 no logró evitar la primera Guerra del Golfo. El ahora condenado también fue el encargado de tratar con el Papa Juan Pablo II en el Vaticano semanas antes de la invasión americana de 2003, en otro intento de frenar la guerra.
Además de al propio Sadam Husein, en diciembre de 2006, Irak ya ha ejecutado a varios altos cargos de su régimen, como «Alí el Químico». Ayer, el Vaticano pidió al Gobierno de Bagdad que no aplicara más penas de muerte en aras de la reconciliación.