Brasil
El día de la familia
El entorno más cercano de algunos jugadores ya está en Suráfrica / Los aficionados locales, con «La Roja»
Podía haber sido el día de la marmota, cabía esa posibilidad antes del partido, dados los recuerdos; pero fue el día de la familia. Los padres de Iniesta, de Xavi y de Piqué viajaron para animar a sus hijos. Iniesta los necesita especialmente. Como otros españoles, un par de millares como mucho. Otra cosa es lo que se ve en el estadio, y en el Ellis Park abundaban las zamarras ro- jas porque, pese al traspié inicial ante Suiza, el equipo de Vicente del Bosque sigue siendo uno de los más admirados del campeonato. Los surafricanos intuyen que pueden quedarse en la liguilla y eligen otros combinados; Brasil y España son, hasta ahora, los apadrinados. Flotaba en el ambiente el tufillo de la desconfianza, quizá por ello, y por el chaparrón de agua helada que cayó sobre los seguidores de «La Roja» el 16 de junio, ayer en Johannesburgo hubo menos presencia que en Durban; y la oficial se limitó a Matilde García Duarte, directora general de Infraestructuras del CSD. La ciudad costera invitaba a la fiesta. Por Mandela Square, en Sandton, los hondureños eran mayoría.Ya en el estadio, el ambiente resultaba más propicio a los intereses «rojos», sostenidos por la afición local. Otro detalle, las puñeteras «vuvuzelas» no inundaron el graderío, como podría suponerse de zumbido semejante. En el entorno del torneo incluso se em- pieza a rumorear que la megafonía de los estadios es la transmiso- ra de ese sonido infernal, que sólo baja el volumen cuando suenan los himnos.
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