Literatura de guerra para la «paz»

Madrid- Durante el primer año de supuesto «cese definitivo armado», los comunicados de ETA, lejos de responder a la lógica de ese final de actividades terroristas, han mantenido el tono de altanería, exigencia y, en algunos casos, amenaza y ultimátum.

En marzo ,los pistoleros se dirigieron, nada más y nada menos, que a las autoridades y a la sociedad francesa, que, por cierto, no les hicieron el menor caso. Acusaban a los responsables del vecino país de asociarse «con España, desde el franquismo hasta el día de hoy, en su estrategia represiva en contra de la resistencia vasca». El comunicado era una auténtica pieza de museo del fanatismo que anida en las mentes de los etarras.

Ni qué decir tiene que el entonces responsable del Elíseo, Nicolás Sarkozy, no pudo dormir aquella noche ante argumentos de tanto peso intelectual.

Nuevo comunicado
En julio, cuando ya se les notaba la impaciencia, los cabecillas «denunciaron» la existencia de un «bloque completo que está trabajando a fondo con la intención de malograr la oportunidad de paz. Los servicios de inteligencia, las Fuerzas Armadas de España y Francia, algunos jueces, asociaciones (de víctimas) que están hambrientas de venganza y algunos medios de comunicación llevan a cabo un ataque bien organizado para que la solución no avance». El párrafo no tiene desperdicio y no parece escrito por una organización criminal ya derrotada, y en vías de disolución, sino todo lo contrario. Como si estuviera haciendo la lista de aquellos a los que ajustará las cuentas en su momento, sea de una manera o de la otra, que ya se verá.

Después la advertencia a Francia, le tocaba el turno a España (y a los galos otra vez, por si se les había olvidado la de marzo): «lamentablemente, en estos últimos meses hemos podido ver que la posibilidad de resolución tiene enemigos. Los gobiernos de España y Francia no han dado respuesta positiva alguna. Al contrario, además de negarse al diálogo, mantienen, desde el principio, la estrategia de paralización del proceso y de zancadillearlo». Por si fuera poco, los pistoleros se permitían lanzar amenazas a las Fuerzas de Seguridad que les combaten en Francia: «queremos advertir que las fuerzas policiales de España y Francia se sirven del compromiso que tiene ETA por impulsar el proceso para profundizar en la represión. Utilizan las decisiones que ETA ha adoptado con el objeto de evitar enfrentamientos imprevistos con el fin de evitar situaciones que puedan dañar el proceso, para incrementar el acoso, generando situaciones de gran riesgo. Del mismo modo, están utilizando el esfuerzo que se está haciendo por reunir el material en condiciones seguras y estables para organizar dispositivos policiales. Esas actividades son incompatibles con el proceso de resolución». Vamos, que les tenían que dejar en paz para que guardaran sin problemas sus armas y explosivos, por si los tienen que utilizar.

En el comunicado del 27 septiembre pasado, con motivo del «Gudari Eguna» («Día del Soldado Vasco», el día más «militar» de ETA), advertían de que «en lo que se refiere a la resolución, ni España ni Francia han dado, hasta el momento, paso positivo alguno. Al contrario, podríamos hallar semejanzas con la situación que tenían en el momento en que fusilaron a los soldados vascos Txiki y Otaegui». Han pasado los suficientes años de democracia, para que esta afirmación se pueda colocar en el récord mundial del fanatismo. Lo malo, es que no son fanáticos desarmados, sino todo lo contrario.

En estos días se ha oído hablar de internacionalizar» conflictos y de volver a la «España Una, Grande y Libre». Se ve que los comunicados de ETA son más leídos de lo que se pensaba: «cuando el proyecto de España que se quiere imponer se encuentra en declive, los herederos del lema "Una, Grande y Libre"quieren mostrar la grandeza de España por la vía de la violencia y de la maldad extrema». Para dejar claro quién es el que manda ahora , lanzaban una seria advertencia a Batasuna-Izquierda Abertzale. Y así ha pasado este año, en lo que a producción literaria etarra se refiere.