Partido Demócrata

Veteranía frente a frescura por César Vidal

La Razón
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Será el 11 de octubre a las 9 de la noche en el Centre College, situado en Danville, Kentucky, y en esta ocasión se enfrentarán el actual vicepresidente, Joe Biden, y el congresista Paul Ryan. La moderadora será Martha Raddatz, jefa de corresponsales en el extranjero de ABC News. El debate –único– estará dedicado tanto a la política nacional como a la internacional y se desarrollará a lo largo de nueve segmentos de diez minutos cada uno. Los temas serán introducidos por preguntas que formulará la moderadora y que permitirán a los dos candidatos extenderse a lo largo de dos minutos. No cabe duda de que este debate no tiene la trascendencia de los presidenciales, pero servirá para tantear la respuesta popular frente a ciertas posiciones que, la semana que viene, desarrollarán Obama y Romney. Por otro lado, plantea un aliciente añadido, y es que tanto Biden como Ryan son católicos, pero de una orientación muy distinta. Aunque los dos van a misa todos los domingos y son conocidos por ayudar a su religión, lo cierto es que Ryan mantiene una posición decididamente provida, mientras que Biden prefiere dejar las decisiones relativas a temas como el aborto al arbitrio de cada persona.

En paralelo, Obama y Romney siguen batallando en el decisivo estado de Ohio. En Columbus, Obama remachó que estas elecciones no son como las de 2008, marcadas por el entusiasmo, sino que ahora se trata de continuar esforzadamente el trabajo que se inició entonces. Obama enfatizó que estaba ofreciendo a los votantes un camino difícil, pero que conduciría a la nación a un lugar mejor. En un tono muy diferente, Romney ha ido pasando por localidades de Ohio como Akron, Cuyahoga Falls, Columbus y Dayton insistiendo en que «esta economía no está creando empleos como debería. Tenemos que arreglarlo». El republicano se ha sentido seguro como para definirse en los últimos días de manera indiscutible como provida. Romney ha afirmado taxativamente que no impulsará ninguna norma relacionada con el aborto y que, por el contrario, va a apoyar la legislación que proteja la vida. Ni que decir tiene que a los demócratas les ha faltado tiempo para lanzar un anuncio donde se insiste en que Romney está en contra del aborto incluso «en caso de violación e incesto», pero la firmeza del candidato republicano sobre el tema lleva a pensar que se considera mucho más asentado en el camino hacia la Casa Blanca que hace unas semanas. Por si fuera poco, en un golpe maestro de la propaganda republicana, una de las frases más populares de la televisión norteamericana ha quedado unida a la campaña de Romney.

El lema procede de una popularísima serie titulada «Friday Night Lights», que describe las peripecias de un equipo de fútbol americano en un instituto ficticio situado en la Texas rural. Su entrenador repite constantemente a los muchachos la consigna «Clear eyes, full hearts, can't lose!», es decir, «Mirada limpia, corazones animosos, no podéis perder» a lo que los jugadores responden: «Can't lose» (No podemos perder). Pues bien, hace unos días, Romney recordó el caso de un adolescente que se enfrentaba con la muerte a causa de un cáncer y reflexionó al respecto diciendo: «Esto es algo que compartimos en este país, hombres y mujeres de mirada limpia y corazones animosos y América no puede perder». Desde entonces, sus seguidores repiten la frase como auténtico grito de guerra electoral. Cuestión aparte es que el republicano gane las elecciones de noviembre.

 

César Vidal
Enviado especial a las elecciones de Estados Unidos