Ley electoral

El personaje de la semana: Rodríguez Zapatero

La Razón
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Preocupa el alicaído presidente, en horas bajísimas. Necesita dormir en Moncloa y en Túnez le dio una murga al enésimo presidente provisional con el abuelo, la transición en que no cree y el disfrute personal de la democracia, como si fuera un chalet en la playa. El agujero del Plan Energético lo remitió a Dios Padre en un patinazo dialéctico ante la falsilla «Que baje Dios y lo vea» de Rajoy. En los actos se agarra al arengario para no bailar de un lado a otro de la tarima.

La cursilería de ser el justiciero de las mujeres le salió un poco rara, algo rijosa, celebrando su día internacional. Muy suelto de cuerpo las invitó a «hacerse un homenaje», lo que debió ruborizar hasta a Leire Pajín. Habrá leído aquello de Antonio Machado: «Hay cosas que sabe Onán, de las que ignora Don Juan». Le faltó repartir consoladores. El mítico acto preelectoral de la madrileña plaza de Vistalegre, su peana, lo ha suspendido José Blanco porque pocos quieren la foto con un ZP somatizando la crisis.

Le ofrecen un pocillo de café y lo rechaza: «No, que me espabila».