Ginebra
En Ibiza se lo montan a golpe de «globo»
Cada dosis o «globo» cuesta entre cuatro y cinco euros. Quienes lo han probado aseguran que durante minutos no puedes parar de reír. Aunque inofensivo, el gas de la risa, la droga de moda en Ibiza, provoca alucinaciones, euforia, pero también lesiones en la médula espinal y pérdida de memoria.
Durante años, la isla de Ibiza ha sido el paraíso de la desinhibición. Miles de jóvenes, y no tan jóvenes, «peregrinan» cada año hasta allí en busca de nuevas experiencias. Y es que el consumo masivo de drogas en los locales nocturnos ibicencos no es ninguna novedad. Sin embargo, en los últimos años, se ha detectado la introducción en estos ambientes de nuevos estupefacientes, algunos tan modernos que ni siquiera están incluidos en los listados de sustancias prohibidas de la Policía. El más reciente: el gas de la risa. El óxido nitroso, óxido de nitrógeno, óxido de dinitrógeno, protóxido de nitrógeno, anhídrido nitroso, óxido jaloso, gas hilarante o gas de la risa, es un gas incoloro de olor dulce y ligeramente tóxico. Provoca alucinaciones, euforia e incluso, en algunos casos, pérdida de parte de la memoria. Al principio, cuando se aspira, al igual que se hace con el helio para modificar el timbre de voz, da la sensación de no tener efectos, pero, poco a poco, el consumidor se ve asaltado por un incontrolable ataque de risa. Tiene unos perniciosos efectos para la salud, afectando sobre todo a la médula espinal. La Unión de Oficiales de la Guardia Civil de Baleares informó la semana pasada que los anexos de la Convención de Ginebra incluyen el «gas de la risa» como medicamento y no como droga, por lo que tanto su posesión como su consumo no son punibles ni penal ni administrativamente. En cambio, sí que persigue el tráfico de dicho producto, pues constituye un delito contra la salud pública. A la vista de una situación tan contradictoria y con efectos negativos en el ámbito de la salud, la Guardia Civil ha alertado a las autoridades competentes sobre la necesidad de aumentar el control de la citada sustancia, así como advertir a los ciudadanos que eviten su consumo. Esta droga se almacena en botellas, como cualquier otro gas, y se acostumbra a comercializar en globos, desde los que se aspira. El precio medio de una dosis (conocida como «globo») es de unos cuatro o cinco euros. El gas de la risa también se utiliza para aumentar la potencia de los motores. De hecho, en abril de 2008, la Policía llevó a cabo la «Operación Nitro» en Mallorca, que se saldó con la detención de 15 jóvenes que realizaban carreras de coches trucados mediante el gas hilarante. Ibiza y la noche eternaLos primeros en descubrir los «encantos» de la isla fueron los hippies con su «viva el amor libre». Fumaban marihuana y vendían artesanía para ganarse la vida. En la década de los 70, el LSD fue la droga de moda, pero en los 80 fue desbancada por la cocaína, que continúa siendo la más consumida junto al éxtasis. La coca es barata en Ibiza. El gramo vale entre 50 y 60 euros, dependiendo de «la calidad y el camello», según los consumidores. La coca, «farlopa» o «perico» tiene un efecto inmediato de elevación de autoestima y autonconfianza, acompañado de locuacidad, excitación y, a veces, irritabilidad. Su efecto dura entre media y una hora y produce gran ansiedad por seguir tomando más. El éxtasis es la segunda droga más consumida en Ibiza. Su valor, entre tres y 15 euros. Los camellos, nos cuentan algunos consumidores habituales, «suelen regalar alguna pastilla si compras un gramo de coca». El MDMA, M o éxtasis tiene propiedades estimulantes y empatógenas. Se puede conseguir en forma de cristales o en polvo de cristal. Es considerado como una metanfetamina. La Ketamina, un derivado del MDMA, también está de moda. Se toma en forma líquida y es muy peligrosa. Es una sustancia disociativa con potencial alucinógeno, utilizado en veterinaria como anestésico. Se puede adquirir por 20 euros el mediogramo. Se la conoce también como la «droga de las violaciones» ya que puede dejar KO a la persona que la consume. Puede llegar a provocar el coma. Otros estupefacientes que aún se consumen en la isla son las anfetaminas, las dextro-anfetaminas, el speed, el LSD o "tripi", pero su consumo está casi desaparecido. En los últimos años, se ha producido un repunte del consumo de hongos alucinógenos, sobre todo en las fiestas al aire libre. La lista de drogas es interminable y en Ibiza se consumen prácticamente todas, incluso algunos medicamentos legales, que algunos jóvenes utilizan como si fuesen estupefacientes. Todo vale en la isla de la noche eterna cuando el objetivo es pasarlo bien a toda costa, empalmar día con noche y fiesta con fiesta, consumir el máximo de sustancias para que el cuerpo aguante e incluso vender droga para pagarse las vacaciones.
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