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Inés Fernández Ordóñez primera filóloga que ingresa en la Real Academia

Inés Fernández Ordóñez, la primera filóloga que llega a la Real Academia Española en sus casi tres siglos de historia, leyó hoy su discurso de ingreso arropada por familiares, amigos, académicos y numerosos representantes del mundo universitario.

Inés Fernández Ordóñez en la lectura de su discurso de ingreso
Inés Fernández Ordóñez en la lectura de su discurso de ingresolarazon

El salón de actos de la Academia, con capacidad para unas 600 personas, se llenó media hora antes de que comenzara la solemne ceremonia, que estuvo presidida por el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, y varias decenas de invitados tuvieron que seguir la lectura del discurso a través de los altavoces instalados en el "hall".

Muy elegante, con un vestido largo azul oscuro, Inés Fernández Ordóñez (Madrid, 1961) entró en el salón de actos, sonriente y aparentemente tranquila, flanqueada por José María Merino y Soledad Puértolas, los dos últimos académicos en incorporarse a esta institución.

En la mesa presidencial la esperaban, además del ministro, el nuevo director de la RAE, José Manuel Blecua, y el secretario de la misma, Darío Villanueva. En un lugar destacado siguieron también el discurso el marido y las dos hijas de la nueva académica; su tío, el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y la esposa de este, Inés Alberdi, directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer.

Tras tomar la palabra, esta filóloga, que también hoy se convirtió en la quinta mujer con que cuenta actualmente la RAE, disertó sobre un tema relacionado con su especialidad, "La lengua de Castilla y la formación del español", y defendió el origen plural de este idioma.

Gran experta en dialectología, actual e histórica, del español, Fernández Ordóñez matizó en su intervención las interpretaciones de Menéndez Pidal sobre los orígenes del español y expuso cómo la constitución histórica de la lengua de Cervantes no se explica simplemente por "la castellanización de territorios ajenos a Castilla o conquistados por ella, sino por el contacto entre las variedades lingüísticas que se hablaban en el centro peninsular".

A escasos metros de donde ella leía, seguían atentamente sus palabras sus nuevos compañeros en los trabajos académicos, entre ellos Víctor García de la Concha, convertido ya en exdirector de la Academia; Gregorio Salvador, Manuel Seco, Arturo Pérez-Reverte, Margarita Salas, Juan Luis Cebrián, Ignacio Bosque, Luis María Anson, Salvador Gutiérrez y Luis Mateo Díez.

La más joven de la corporación
Hoy era un día importante para Inés Fernández Ordóñez, la miembro más joven de la corporación, y la filóloga tuvo muy presente a sus amigos y familiares, "aquellos que están y los que se fueron". Y entre estos últimos debió de acordarse sin duda de su padre, el ingeniero José Antonio Fernández Ordóñez, fallecido en 2000 y presidente del Patronato del Museo del Prado.

Ante el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Juan Antonio Yáñez-Barnuevo; el director general del Libro, Rogelio Blanco; el rector de la Universidad Autónoma de Madrid, José María Sanz Martínez, y el consejero de Educación y Cultura del Gobierno de la Rioja, Luis Alegre, la nueva académica agradeció a sus maestros el interés que han despertado en ella por la historia.

En su intervención, y tras haber recordado la figura de su antecesor en el sillón "P", el poeta Ángel González, la filóloga fue ilustrando con numerosos ejemplos y mapas las influencias que tuvieron en la formación del castellano las modalidades asturleonesas, navarroaragonesas, gallegopotuguesas y catalanas.

Un fuerte y prolongado aplauso cerró las palabras de Fernández Ordóñez, quien tras la respuesta que dio a su discurso José Antonio Pascual, vicedirector de la RAE, recibió el diploma y la medalla que la acreditan como académica.