Literatura

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Tamara Falcó: «Admiro la disciplina de Miguel Boyer»

Tamara Falcó, madrina de la firma Aire Barcelona
Tamara Falcó, madrina de la firma Aire Barcelonalarazon

Madrid- Ha adelgazado y el vestido en rosa palo con brillantes de Aire Barcelona le sienta como un guante. Pero no se crean que Tamara Falcó ha perdido peso por los disgustos o por los milagros la dieta Dukan, sino por su creciente pasión por el deporte. Y es que, afortunadamente, en casa de los Preysler respiran algo más tranquilos, volcados en la rehabilitación de Miguel Boyer tras el ictus que sufriera hace ahora siete meses. «He descubierto la importancia del amor incondicional, de tener a gente que te quiere de verdad y que lo da todo por ti», subraya Tamara como moraleja de lo vivido, mientras ejerce de madrina de la nueva colección de Aire Barcelona, para la que protagoniza la colección 2013 de novia y fiesta.

Tamara defiende el papel de su madre en todo el proceso, pues «se ha volcado con él al 150 por ciento. Han vivido una historia de amor muy pasional». Al paso, desmiente que Isabel Preysler se vaya a jubilar de la actividad social – «es irremplazable», apostilla–, si bien es cierto que en los últimos meses ha reducido sus apariciones públicas para volcarse en la recuperación de su esposo. «Tío Miguel se encuentra muy bien, el cambio ha sido brutal. Le conocí cuando había conseguido todas las metas que alguien podía soñar. Ahora, al verle cómo se empeña en la rehabilitación para conseguir sus objetivos, admiro su disciplina y entiendo cómo pudo llegar tan alto», explica Tamara a LA RAZÓN sobre el ex ministro de Economía.

Pero, ¿qué ha aprendido ella de este trance? «Hubo un momento en que estaba muy preocupada por todo lo que está ocurriendo y me agobié, sentía como si toda la responsabilidad de lo que ocurría en casa recayera sobre mí. Gracias a la fe, he salido adelante, descubrí que no estamos solos, que Dios cuenta, y mucho. Nunca te va a mandar algo que no puedas sobrellevar», señala con una mirada que también habla de madurez y templanza.

Inmersa en la preparación de la boda de su hermano Julio con la modelo Charisse Varhaert –que tendrá lugar antes de que finalice este año–, adelanta que ejercerá de dama de honor junto a su hermana Ana, pero descarta estar preocupada por pasar por el altar. «Prefiero estar sola que mal acompañada», dice. Una máxima que aplica también para su padre, Carlos Falcó, divorciado desde hace un año de su tercera esposa, Fátima de la Cierva. «Hay mucha lagarta por ahí suelta», bromea sobre las futuribles pretendientas del marqués de Griñón.