Barcelona

Rubalcaba lamenta ahora el poder municipal que ha conquistado Bildu

Un día después de que Bildu tomara el poder de 101 de los 251 ayuntamientos del País Vasco, el vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, se mostró contrariado.

Rubalcaba, ayer, durante un encuentro con militantes del PSC
Rubalcaba, ayer, durante un encuentro con militantes del PSClarazon

 A Rubalcaba no le ha gustado ver que los abertzales se han hecho con vastos dominios en el PaísVasco, pero evitó adjudicarse ningún tipo de responsabilidad por dar aire a la coalición, y cargó las tintas contra el PNV por la ayuda que ha prestado a la coalición abertzale para hacerse con decenas de gobiernos municipales. «Las cosas se podían haber hecho de otra manera para que Bildu hubiera tenido menos poder en las instituciones», dijo Rubalcaba en alusión implícita a la política de pactos que ha promovido el PNV.

Rubalcaba se expresó así desde la sede del PSC en Barcelona, adonde acudió para reunirse con la plana mayor de los socialistas catalanes y para protagonizar un encuentro con militantes. El vicepresidente admitió que Bildu obtuvo suficientes votos como para gobernar en muchos ayuntamientos, pero censuró al PNV por cebar el poder de los abertzales y por rechazar las alianzas con el PSE y con el PP.

También se refirió de alguna manera a las escenas de violencia que protagonizaron los radicales abertzales el pasado sábado en municipios como Elorrio y subrayó que el Gobierno va a seguir trabajando para que ETA abandone las armas. «La política antiterrorista del Gobierno va a seguir», aseguró. La constitución de ayuntamientos de anteayer evidenció, sobre todo, el vasto poder del PP, que gobernará más de 3.600 ayuntamientos españoles. Rubalcaba prometió que tanto el Gobierno como el PSOE se comportarán sin sectarismo. «Tenderemos la mano a los nuevos ayuntamientos, con independencia del color político», afirmó, dando a entender que lo importante es salir de la crisis.

Renovar el PSC sin injerencias
Alfredo Pérez Rubalcaba sigue con mucha atención el proceso precongresual que está atravesando el PSC, pero asegura que no piensa interferirlo. «El PSOE debe ser prudente y cuidadosísimo y respetar la autonomía del PSC en este momento», dijo en un breve contacto que mantuvo con la Prensa antes de reunirse con centenares de militantes del PSC. José Montilla anunció tras perder las elecciones autonómicas del pasado 28 de noviembre su intención de dejar paso a una nueva dirección, que, muy probablemente, querrá modificar el protocolo de relaciones con el PSOE en el Congreso para ganar voz propia. Todas las quinielas apuntan a que los nuevos líderes del PSC deben surgir de la terna que forman Miquel Iceta (viceprimer secretario del partido y portavoz), Àngel Ros (alcalde de Lleida) y Pere Navarro (alcalde de Terrassa).

Rubalcaba tiene sus preferencias, y así las ha hecho conocer a Montilla, pero asegura que no va a caer en la tentación de querer teledirigir el congreso que el PSC celebrará en octubre. Rubalcaba, de momento, tiene otras urgencias, como su carrera hacia La Moncloa. En ese contexto hay que entender su visita de ayer. El vicepresidente del Gobierno respondió durante dos horas y media las preguntas de casi un millar de militantes que, según fuentes conocedoras, se centraron mayormente en la crisis, la reforma laboral, la inmigración y el avance del PP. Cuando se le planteó la relación que deben tener PSC y PSOE, Rubalcaba optó por ponerse de perfil con el propósito de no herir sensibilidades y evitar la sensación de imposición desde Ferraz.