Congreso Extraordinario del PSOE

Se abrió la veda

La Razón
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Una de las cosas que tiene el resultado del pasado domingo es que en el PSOE la gente habla ya sin morderse la lengua con relación al líder. Aún no en declaraciones públicas con nombre y apellidos, pero sí abiertamente cuando te topas con socialistas de los que antes aparentaban exquisitez extrema y ahora están más críticos que los mismísimos dirigentes del PP. Hace un mes pocos se atrevían a pedir directamente la cabeza de Zapatero. Hoy lo complicado es lo contrario, encontrar a uno que defienda su permanencia en la Moncloa. Arrecia la polémica primarias sí/primarias no, aunque lo que aumenta en realidad es el número de cargos y dirigentes que exigen cambios de inmediato. Entienden que hay que asumir responsabilidades políticas y que lo más razonable sería que Zapatero dimitiera y se traspasara todo el poder a Pérez Rubalcaba sin necesidad de primarias ni de Congreso alguno. Al jefe del Ejecutivo se le acumulan los problemas y no va a tener más remedio que someter su decisión a la opinión de los barones regionales, que mañana viernes le van a decir lo que piensan. Bastantes de ellos lo que creen es que si no se actúa será inevitable la mayoría absoluta de Rajoy en las próximas elecciones generales. Temen con razón que mientras más se prolongue la actual situación de agonía peor pueda ser la respuesta ciudadana.