Beirut

Disturbios en el funeral en Beirut

Cientos de manifestantes se enfrentan a la Policía al intentar tomar el Palacio de Gobierno. Exigen la dimisión del primer ministro tras el atentado del viernes

La violencia se apoderó ayer de las calles de Beirut tras el funeral del jefe de Inteligencia asesinado en el atentado del viernes
La violencia se apoderó ayer de las calles de Beirut tras el funeral del jefe de Inteligencia asesinado en el atentado del vierneslarazon

Miles de libaneses se concentraron ayer en la Plaza de los Mártires de Beirut para mostrar su ira contra el régimen sirio durante el funeral del importante oficial de la Inteligencia que falleció en un atentado con coche bomba el viernes. Para ellos, la orden de matar al general Wissam Hasan vino desde Damasco, por lo que lanzaron numerosas consignas contra el presidente Bachar al Asad y se vieron numerosas banderas de la revolución siria. Al terminar el sepelio, e instigados por los líderes de los partidos opositores, unas cien personas trataron de asaltar el Grand Serail, sede del primer ministro libanés Najib Mikati. Las críticas contra Mikati se sucedieron durante toda la jornada, que transcurrió entre gritos de «¡Vete, Mikati, vete!».

Sin embargo, no fue hasta las declaraciones del parlamentario de Movimiento Futuro y ex «premier» Fouad Siniora que no se desató la violencia. Dirigiéndose a miles de partidarios de la coalición 14 de Marzo, a las afueras de la mezquita de Mohammed Amin, Siniora pidió la inmediata dimisión del Gobierno de Mikati y la formación de un «gabinete neutral de salvación neutral», según recoge «The Daily Star».

«No a un Gobierno que tapa los crímenes: sí a un Gobierno neutral de salvación que proteja a los libaneses y los traslade a una nueva fase», señaló Siniora, quien recordó que la oposición no dialogará hasta que no se produzca dicha dimisión. Pero lo que más caló en los presentes fue su acusación directa al Gobierno de ser responsable de la muerte de Hasan, por lo que un centenar se dirigió hacia el Palacio Gubernamental.

Crece la tensión
Las Fuerzas de Seguridad lanzaron gas lacrimógeno a los manifestantes, que estaban ya desmontando barricadas y tirando piedras y botellas a los soldados. Según «Now Lebanon», se escucharon tiros en el centro de Beirut pues los soldados dispararon al aire para intentar dispersar la protesta. Al cierre de esta edición no trascendió el número de víctimas, pero la violencia, no obstante, causó conmoción a los libaneses, cuyo mayor miedo es que el conflicto sirio se extienda a su país. Las críticas a la oposición por «usar» la muerte de Hasan para fines políticos no se hicieron esperar. «Consideramos al general Hasan y a los que murieron el viernes como mártires de Líbano. Algunos le están retratando como su propio mártir y eso le aleja de la nación y le llevan hacia una disputa política», dijo el líder del Movimiento Patriótico Libre, Michel Aoun, que había sido muy crítico con Hasan en vida. Saad Hariri, hijo de Rafic y amigo de Hasan, instó a los manifestantes a regresar a sus casas, aunque algunos decidieron quedarse en el lugar e instalaron tiendas de campaña.

Durante el masivo funeral, hubo numerosos detalles que relacionaban a Hasan con el ex primer ministro Rafic Hariri, que también murió en un atentado en 2005. De hecho, el cuerpo del general suní yacerá junto al del histórico político libanés. «Ambos tienen mucho en común, también en la manera en la que murieron. Él era su mano derecha en seguridad, además de la persona responsable de encontrar a los que le asesinaron», asegura a LA RAZÓN el bloguero libanés Mustapha Hamoui.