Valverde se siente perseguido con «ensañamiento institucional»

«Soy seguramente el deportista más controlado del mundo», confiesa Alejandro Valverde. El ciclista murciano, pendiente de si el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) extiende la sanción que le impide correr en Italia al resto del mundo, se siente perseguido por la UCI y por el Comité Olímpico Italiano (CONI). «Es la última vez que gana», dijo Pat McQuaid, el presidente de la UCI, después de su triunfo en Romandía.

«Espero que la sanción se extienda a todo el mundo antes de que comience el próximo Tour», asegura el presidente del CONI, Gianni Petrucci. «Las declaraciones de estos dirigentes sólo pueden entenderse dentro del ensañamiento institucional y personal que existe contra mí, y con el único fin de presionar a las instituciones, especialmente al TAS, para que adopte decisiones sancionadoras aunque tengan que ir en contra de la normativa», afirma Valverde.«Estoy controlado las 24 horas del día, 365 días del año», se defiende. Y añade que han llegado a realizarle hasta dos controles antidopaje, de orina y de sangre, en el mismo día. «Nunca se ha detectado ninguna sustancia prohibida en mi organismo y mi perfil biológico es intachable», continúa. Valverde se ofreció a someterse a pruebas de ADN en un laboratorio fuera de Italia, en Suiza, pero ni el CONI ni la UCI lo aceptaron.