Cataluña
Duran rebaja la euforia soberanista de CiU y pide centrarse en el pacto fiscal
La consulta soberanista pone de manifiesto la división dentro de CiU en torno a la independencia.
Contagiado por el entusiasmo de los organizadores de la consulta soberanista en Barcelona, que tacharon de éxito rotundo una participación del 18,14 por ciento, el número dos de CDC, Oriol Pujol, aseguró, tras conocer los resultados, que tomaban nota y que CiU «hará bandera del derecho a decidir». Pero ayer, mañana de resaca tras la borrachera independentista, Josep Antoni Duran Lleida puso «seny» a tanta «rauxa».
El portavoz de CiU en el Congreso, partidario de un Estado confederal, aseguró que los resultados de la consulta no harán variar la estrategia de la federación, centrada en conseguir un pacto fiscal para Cataluña. Por si alguien lo había olvidado, Duran recordó que suprograma electoral no contempla la convocatoria de un referéndum sobre la independencia de Cataluña. E insistió en que la federación acudió a las elecciones con el compromiso de defender un nuevo pacto fiscal en la línea del concierto económico vasco.
Metido en su papel de líder instó a la federación a «dedicar nuestros esfuerzos» a conseguir el pacto fiscal. Y en aras de la unidad, obvió aquello de que el voto es secreto, al revelar que la vicepresidenta del Govern, la democristiana Joan Ortega, votó no a la independencia.
Divergencias
Aunque Duran negara que la consulta del 10-A avive las diferencias entre los socios de la federación, su discurso , asegurando que «no ha cambiado nada como para que nosotros tengamos que cambiar nuestros planteamientos», pareció una reprobación a Pujol.
El portavoz del Govern, Francesc Homs, se centró en el pacto fiscal, como había pedido el democristiano, pero no rebajó el balance entusiasta de los organizadores de las consultas.
Homs señaló que el resultado refuerza su reivindicación a favor del pacto fiscal y defendió que no ve contradicción entre el apoyo explícito de CiU a las consultas con el hecho de que mañana la federación no vote a favor de una proposición de ley de Solidaritat a favor de la independencia en el Parlament. Un argumento que nadie creyó.
En nombre del PSC, Jordi Hereu tachó de «poco seria» la actitud de CiU, por demostrar su independentismo de domingo participando en la consulta del 10-A y negar el apoyo a la propuesta de SI en el Parlament, el lugar donde «se puede hacer algo serio». Más severo fue el candidato del PP a la alcaldía de Barcelona, Alberto Fernández, que acusó a CiU de navegar sin rumbo, «pese a que el presidente de la Generalitat presuma de ser un buen timonel». Y avisó de que quien navega sin rumbo se hunde».
En el lado opuesto, ERC invitó a CiU a repensar su voto en contra de la proposición de SI. Pero los organizadores de la consulta cuentan con la abstención de CiU, por eso, ayer anunciaron que se constituirán en Asamblea Nacional de Cataluña para trabajar en un referéndum vinculante.
Acampada independentista
Una cincuentena de personas adscritas a diferentes movimientos independentistas desafiaron ayer a la Guardia Urbana de Barcelona y acamparon en el Parc de la Ciutadella, ante las puertas del Parlament, para presionar a CiU. Quieren que la federación vote a favor de la declaración sobre la independencia de Cataluña, que ha presentado SI y que se debatirá esta semana en la cámara catalana. Los manifestantes se enfrentan a una multa de 500 euros, porque la ordenanza cívica de Barcelona prohíbe acampar en la ciudad. Entre ellos, hay miembros de Solidaritat que, tras el resultado del 10-A, alegan que Cataluña puede vivir una revolución como la de los países árabes.
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