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El quinto clásico

Real Madrid y Barcelona se miden con el liderato en juego. Los últimos nueve precedentes, victorias culés. 

Ricky Rubio y Prigioni se midieron por última vez en la final de la Copa del Rey
Ricky Rubio y Prigioni se midieron por última vez en la final de la Copa del Reylarazon

Dos días después de alcanzar la «Final Four» del Palau Sant Jordi, el Real Madrid de Emmanuel Molin tiene una nueva oportunidad para seguir reivindicándose. El Regal Barcelona visita la Caja Mágica. El líder de la ACB llega al clásico en su peor momento en varias temporadas. Ha sufrido cuatro derrotas consecutivas (tres ante el Panathinaikos y otra en la prórroga ante el Bizkaia Bilbao Basket) y siente por primera vez que el liderato a seis jornadas para el cierre de la primera fase está en peligro. El basket-average (+20 del Barça en el Palau) y los precedentes –nueve victorias culés en los nueve partidos anteriores– son los argumentos de un Barça desorientado.

Las dos piezas clave de ambos equipos no van a ayudar. Juan Carlos Navarro está convaleciente de una rotura fibrilar del bíceps femoral del muslo izquierdo. El escolta podría estar en el banquillo, pero la intención del cuerpo técnico blaugrana es no forzar. Llull terminó el partido del jueves ante el Power Electronics Valencia con muchos dolores en ambos gemelos. Molin arriesgó y podría quedarse sin su mayor amenaza exterior para el partido ante el Barça.

En la plantilla del Real Madrid, el objetivo es que el partido sirva para certificar que el acercamiento que se produjo en la final de la Copa del Rey se ha acentuado aún más. En los dos primeros partidos de esta temporada, el Barça apalizó a los blancos: 89-55 en la Supercopa y 95-75 en la primera vuelta. En la final de Copa la diferencia se quedó en ocho puntos (68-60). «Este partido puede cambiar la temporada», ha asegurado Tucker.

En el Madrid preocupan las apenas 44 horas que han pasado después de la batalla en el quinto partido de cuartos de la Euroliga ante el Valencia. Molin ha tratado de restar importancia al cansancio: «Somos un equipo que no puede mirar atrás. Podemos perder o ganar, pero ante nuestra afición no podemos pensar en cansancio o en lo que ha pasado en partidos anteriores. La visita del Barcelona es una gran oportunidad para nosotros». El italiano ya ha asumido que un clásico no es un partido más.