Vincent Van Gogh no se suicidó

Vincent Van Gogh no se suicidó. El artista murió al ser disparado accidentalmente por dos chicos a los que conocía. Los jóvenes tuvieron un problema cuando estaban jugando con un arma de fuego en un campo de trigo donde el holandés solía acudir para pintar. Los responsables de romper la leyenda son Steven Naifeh y Gregory White Smith, dos estadounidenses que publicaron ayer «Van Gogh: la vida». El libro contiene interesantes revelaciones, pero sin duda, la que más ha llamado la atención es la que explica el final del artista. Tras estudiar miles de documentos y libros relacionados con el pintor, los autores –ganadores del Pulitzer en 1990– concluyen con esta teoría que, sin duda, se ha convertido en su mejor herramienta publicitaria. Según los escritores, que durante más de diez años llevan investigando la vida del pintor, fue René Secrétan, un joven veraneante de 16 años obsesionado con el Lejano Oeste, quien le alcanzó en el pecho de forma accidental cuando, vestido de vaquero, manejaba un arma de calibre 380 estropeada en la localidad de Auvers-sur-Oise.