Déficit público

Mas contesta a Salgado que ni subirá impuestos ni recortará más del 10%

e azul –traje, camisa y corbata–, como le gusta vestir en las ocasiones solemnes –véase el debate entre los seis candidatos a la presidencia de la Generalitat o el día de la toma de posesión–, Artur Mas compareció ayer tras presidir la primera reunión del Consejo Asesor para la Reactivación Económica y el Crecimiento, el órgano que ha creado el gobierno catalán para dejar atrás la crisis.

El conseller de Economía y Artur Mas guían a los miembros del Consejo Asesor para la Reactivación de la Economía y el Crecimiento
El conseller de Economía y Artur Mas guían a los miembros del Consejo Asesor para la Reactivación de la Economía y el Crecimientolarazon

Al margen de exponer el compromiso del consejo asesor de estudiar fórmulas para crear empleo, Mas sabía que tenía que replicar a la vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, quien había sugerido que la Generalitat «explore» la posibilidad de aumentar los ingresos mediante una reforma al alza de los impuestos que dependen de la administración catalana.

El president de la Generalitat tenía la respuesta preparada: «No vamos a subir los impuestos». Si de algo está seguro es de que «ésta no es la receta». Primero, porque en 2010, el tripartito ya subió «casi todos los impuestos». Y, por si fuera poco, «Cataluña tiene el IRPF más alto de todo el Estado, aplica el céntimo sanitario sobre la gasolina y presenta unos niveles impositivos superiores al resto de comunidades», recordó.

Sorprendido pero no ofendido

Aunque negó sentirse ofendido por la sugerencia de Salgado, admitió estar «sorprendido» con la propuesta. Sobre todo, porque su idea para crear empleo va en la dirección contraria a la de la vicepresidenta. Mas reiteró que es partidario de rebajar la presión fiscal, aunque admitió que tal y como están las cosas, «ahora no es el momento». Sólo hay una excepción, el impuesto de sucesiones. Mas se comprometió a suprimirlo durante la campaña electoral y cumplirá con su palabra porque «queremos ponernos al mismo nivel fiscal de otras comunidades autónomas» y «no queremos que el dinero –que recaudamos con este impuesto– vaya a otros puntos de España».

De esta manera, Mas hace oídos sordos a las peticiones del PSC, ERC e ICV, que le exigen que mantenga el impuesto de sucesiones, un gravamen que si se suprime restará unos 200 millones anuales a las arcas catalanas, según cálculos del conseller de Economía, Andreu Mas-Colell.

Mas no sólo respondió al Gobierno que no piensa subir los impuestos, también le avisó de que no recortará el gastó de la Generalitat más de un 10 por ciento. Porque, tal y como apuntó Mas-Colell, «reducir el 10 por ciento del presupuesto ya es muy difícil y muy duro».

Zapatero no pidió el 15%

En un intento de destensar la relación entre la Generalitat y el Gobierno, Mas desmintió que Zapatero le pidiera ir más allá del 10 por ciento en los recortes, durante la reunión entre ambos en La Moncloa el pasado lunes.

Aunque admitió que el plan de reequilibrio que la Generalitat presentó al Ministerio de Economía todavía no se ha aprobado –«se está negociando», dijo–, avisó a Zapatero de que su equipo no irá más allá de los dicho en los recortes, hasta que el Gobierno no haga ningún esfuerzo para cumplir con Cataluña.

Mas se mostró prácticamente convencido de que ninguna otra comunidad superará en «sacrificios» a Cataluña. La presidenta del PP, Alicia Sánchez-Camacho, cómoda en su papel de política responsable, echó un nuevo capote al president. Avisó al Gobierno de que los catalanes no pagarán con sus impuestos los errores de Zapatero y del tripartito. Que se mostrara en contra de aumentar los impuestos, no quita que siga pensando que la Generalitat debe elevar al 20 por ciento el recorte en los presupuestos para 2011.

La fórmula para reducir el déficit de la Generalitat del 3,6 al 1,3%, PP y CiU podrán debatirla con el resto de partidos y agentes económicos en la cumbre anticrisis que se celebrará el 25 de marzo durante seis horas seguidas. Mas espera obtener ideas para reactivar la economía y reducir el paro.