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París
Hollande el heredero de Mitterrand
No fue por casualidad que François Hollande eligiera el jueves Toulouse para cerrar su campaña electoral acompañado de Lionel Jospin, el último primer ministro socialista. Y es que es en esta ciudad del sur de Francia donde el PS celebra su último mitin de campaña desde que en 1974 lo hiciera por primera vez François Mitterrand.
Desde que el primer y único presidente de izquierdas de la V República abandonó el Palacio del Elíseo en mayo de 1995, los socialistas franceses quedaron huérfanos. Ni siquiera en las presidenciales de 2002, cuando todo apuntaba a que Jospin se impondría a un desgastado Jacques Chirac, pero la división de la izquierda aupó al ultraderechista Jean Marie Le Pen a la segunda vuelta.
Tras imponerse en unas primarias abiertas a todos los franceses el pasado octubre, Hollande no ha cesado de multiplicar sus palabras de admiración al hombre que condujo al poder a la izquierda en 1981 e incluso sus gestos y discursos parecen una copia calcada a los de la «esfinge socialista».De hecho el dirigente socialista comenzó su carrera política como asesor del Elíseo durante la Presidencia de Mitterrand. El cartel electoral de hace 31 años, en el que aparece Mitterrand sobre un fondo rural y el eslogan «La fuerza tranquila», parece haber inspirado «El cambio es ahora» elegido por el presidenciable socialista. El 8 de enero, cuando se cumplían dieciseis años de su muerte, Hollande acudió a Jarnac, la ciudad natal de Mitterrand, donde visitó su casa familiar y llevó un ramo de rosas rojas a su tumba para «buscar la fuerza de espíritu necesaria para dar a Francia su segundo presidente socialista».
Con todo, poco tienen que ver el gris candidato socialista, cuya vida política ha transcurrido entre la región rural de Corrèze y la dirección del PS, con el ambicioso y tenaz presidente que militó en la resistencia tras escapar de un campo de concentración nazi, participó en once gobiernos de la IV República, concurrió tres veces a las presidenciales y unió a la fragmentada izquierda francesa. Empeñado en ocupar un lugar en la historia, los 14 años de Mitterrand en el Elíseo serán recordados por la abolición de la pena de muerte, la quinta semana de vacaciones pagadas, la semana laboral de 39 horas, la regionalización del centralista Estado francés o el impulso del proceso de construcción europea.
Cuentan sus biógrafos que desde su infancia ambos François sabían perfectamente su meta vital: Hollande les dijo a sus tías «cuando crezca seré presidente de la República», mientras que Mitterrand, más imbuido en la educación católica, dudaba entre presidente o cardenal. François I conquistó el poder tras 37 años de vida política, y François II está a punto de seguir sus pasos. De hacer caso a las encuestas, mañana la plaza de la Bastilla en París volverá a llenarse de simpatizantes socialistas y rosas rojas, como aquel ya lejano domingo 10 de mayo de 1981.
Dos François, un mensaje
-El cambio es el «leit- motiv» de su campaña.
-Abogan por la subida de impuestos a los más ricos para financiar los servicios sociales.
-Hollande promete contratar 60.000 profesores, mientras Mitterrand contrató a 55.000 funcionarios al llegar al poder.
-Mitterrand refundó el PS en 1971 y lo dirigió hasta la victoria de 1981. Hollande fue su primer secretario entre 1997 y 2008.
-Firmes europeístas.
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