Reírse de España

El embajador venezolano se permite venir a España para reírse de nosotros insinuando que aquí a los terroristas de Eta se les tortura y que las declaraciones de éstos imputando a Caracas cierta colaboración con la banda son fruto de esa presión violenta e ilegal de nuestra Policía. Con ser grave tal declaración, impropia de un representante diplomático con relación al país que le acoge, es más inexplicable la posición del Gobierno de Zapatero, una vez constatado el hecho de que Chávez se está carcajeando de los jueces españoles al subrayar como falsas las evidencias de que Venezuela acoge terroristas, ayuda a las FARC y da cobijo al famoso Arturo Cubillas, ex alto cargo de Chávez y jefe de seguridad de su Instituto Nacional de Tierras, acusado de pertenecer a Eta y con orden internacional de búsqueda y captura. Por supuesto que debemos tener buena relación con Venezuela, pero no a costa de permitir los atropellos y humillaciones a los que el caudillo de Barinas nos somete cada día. Con golpistas como Chávez es mejor no tener más contacto que el estrictamente imprescindible.