Rita mete miedo

No sé qué decidirá la alcaldesa Rita Barberá respecto a los recortes salariales y de personal en la parafernalia de los concejales, pero al menos el asunto ha servido para enterarnos de los chollos existentes. De todos a la vez, que es como más impactan estas cosas. Tanto, que mi amigo Rogelio, su novia y un sobrino de ocho años apoyarían una decisión en ese sentido. ¿Por qué?. Fundamentalmente, porque no tenían ni idea de que los ediles de la oposición tienen a su disposición un asesor y medio, dos los del Gobierno, coches, policías y demás.
Ese es el problema. Que los momentos son duros para los ciudadanos. El cinturón se estrecha para todos. De ahí que el agravio comparativo es inevitable. Y no se trata de poner en duda el trabajo de los representantes municipales –bastante más que el de los diputados y senadores, por poner un ejemplo- sino de comprender que llueve para todos.
En fin, la preocupación se extiende por los pasillos de la Casa Gran. La alcaldesa negó ayer el recorte salarial de los concejales, pero nada dijo del resto de las cuestiones. Los ritólogos dudan si se trató de un olvido o de lapsus consciente. El tiempo lo desvelará.
Así es la vida.