Bruselas
Van Rompuy propone blindar la disciplina fiscal como camino a los eurobonos
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, propuso hoy a los veintisiete países de la UE blindar la disciplina fiscal en la zona euro como paso previo para emitir a largo plazo eurobonos, y recomendó dotar al fondo permanente de rescate de nuevas capacidades y de más recursos financieros.
Además, Van Rompuy sugirió una serie de medidas a corto plazo para calmar la tensión en los mercados financieros, como aumentar los recursos del FMI a través de préstamos bilaterales para que pueda ayudar a países con problemas o que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) pueda participar directamente en la recapitalización de la banca.
El MEDE, cuya entrada en vigor se adelantará a 2012, tendría además las características de una institución de crédito, según la propuesta de Van Rompuy, lo que le permitiría un acceso ilimitado al Banco Central Europeo (BCE) y actuar como verdadero cortafuegos en la crisis de la deuda, exigencia planteada por Francia y rechazada siempre por Alemania.
Además se tomarían las decisiones solamente en un número limitado de casos por unanimidad y desaparecerá la cláusula que obligaba al sector privado a asumir parte de las pérdidas en caso de una reestructuración de deuda, como figura en el MEDE actualmente.
El dirigente europeo envió hoy a los jefes de Estado y Gobierno de los países de la UE una serie de propuestas para las reuniones del jueves y viernes próximos, dirigidas a sellar la disciplina presupuestaria de los países del euro con "un nuevo pacto fiscal".
En el documento, de cinco páginas, Van Rompuy propone una revisión de los tratados comunitarios por dos vías: una más rápida pero de menor alcance y otra de más amplitud pero más larga y complicada, según indicó a Efe una fuente comunitaria conocedora del texto.
La vía rápida prevé una revisión sustancial del protocolo 12 del Tratado de Lisboa, referido al procedimiento de déficit excesivo, a fin de endurecer la acción y asegurar que los países del euro no sobrepasan los límites de déficit y deuda establecidos.
Esta modificación, según explicó otra fuente diplomática, podría hacerse por decisión unánime del Consejo de la UE y no requeriría una ratificación país por país, lo que aseguraría su rapidez y evitaría el peligro de que haya problemas en algún Estado miembro.
La otra vía propone modificar el artículo 136 del Tratado (sobre la disciplina presupuestaria y el mecanismo de voto entre los países del euro), e incluso también el protocolo 14 relativo al funcionamiento del Eurogrupo, a fin de reforzar los mecanismos automáticos de tomas de decisiones en casos de déficit excesivo.
Los países con ese déficit excesivo estarían sujetos a que la Comisión Europea y la eurozona revisen sus borradores de presupuestos, y pidan incluir modificaciones si no se ajustan a los compromisos adquiridos con Bruselas.
Este mecanismo de revisión de tratados sería más largo y estaría sujeto a las ratificaciones nacionales en cada uno de los Veintisiete, lo que implica la posibilidad de que un Estado miembro convoque un referendo.
Van Rompuy plantea además la posibilidad a largo plazo de crear una deuda común (una forma de denominar a los eurobonos sin mencionarlos expresamente), pero siempre dentro de un procedimiento por fases y sobre la base de unos criterios estrictos de disciplina presupuestaria y competitividad económica, añadió la fuente comunitaria.
El objetivo de esta idea, que sigue teniendo por ahora el rechazo de Alemania, sería consolidar el euro como un logro definitivo y, además, solucionar la cuestión de la financiación de los países de la moneda única.
La propuesta del presidente del Consejo Europeo apunta una serie de medidas para aplicar de la forma más inmediata posible para intentar poner fin a las tensiones en los mercados financieros y a la crisis de la deuda en la zona euro.
Una de ellas es la duplicación de la capacidad de intervención del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) con los modelos asegurador y de coinversión aprobados por los líderes en octubre.
Además, se incluye la rápida aprobación de las dos propuestas de la Comisión para ampliar el control sobre las finanzas públicas de los países y asegurar que se cumplen con los objetivos de déficit y deuda, lo que iría coordinado con la reforma del protocolo 12.
En la carta que envió a los líderes europeos para invitarles a la cumbre, Van Rompuy les pide que actúen "ahora"para acabar con la crisis.
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