Nueva York
El PIB de EE UU se desacelera hasta el 1% y reaviva el temor a una segunda recesión
La economía de Estados Unidos no crece según lo previsto.
Madrid- El miedo a otra recesión tiene al país en vilo y así lo demostraron ayer los datos de crecimiento durante el segundo trimestre. El Producto Interior Bruto (PIB) estadouni-dense aumentó a un ritmo anual del 1% entre abril y junio de 2011, según el segundo informe del Departamento de Comercio, lo que significa una revisión a la baja respecto al primer cálculo, que situaba el ascenso en un 1,3%.
Además, los nuevos indicadores muestran que, después de un crecimiento medio anual del 2,9% en 2010, el mayor en cinco años, la ralentización ya comenzó en el primer trimestre de 2011, con un aumento del 0,4%.
Este pequeño freno respecto a un supuesto despegue económico de la primera economía mundial se debió, en parte, a la ralentización en el aumento de las exportaciones, que se incrementaron sólo un 3,1%, frente al 6,0% apuntado en el primer cálculo.
En cuanto al gasto de los consumidores, aumentó un 0,4% en el segundo trimestre, frente al 0,1% calculado inicialmente, aunque pese a la revisión al alza de ese indicador, que en Estados Unidos equivale a más de dos tercios del PIB, su crecimiento está muy por debajo del 2,1% registrado entre enero y marzo, lo que supone el peor dato trimestral en más de un año.
Aunque la economía de EE UU obtuvo en julio una ganancia neta de 117.000 puestos de trabajo, sigue preocupando el alto índice de desempleo, que asciende al 9,1% y la perspecti-va de que se mantendrá en niveles elevados al menos hasta 2014, según los últimos cálculos de la Oficina de Presupuesto del Congreso. A esto se suman el deprimido mercado inmobiliario, las consecuendias de la crisis financiera y el acuerdo para el recorte del techo de gasto alcanzado entre republicanos y demócratas, lo que hace dudar, pese a las esperanzas de Obama, de que la economía estadounidense termine por despuntar.
La Bolsa se adelanta al discurso de Bernanke
La acogida del mercado al discurso de Bernanke fue tibia y, aunque el rojo dominó la mayoría de plazas, el efecto no fue, ni de lejos, el esperado. Los más pesimistas pronosticaron recortes abultados en el caso de que al final no hubiera medidas de estímulo, pero en las jornadas precedentes, el sentimiento de que al final no habría «QE3» ya había ganado fuerza y los índices lo habían descontado. Con una caída media del 1%, las últimas dos horas de cotización en las principales plazas europeas fueron de auténtico infarto. La volatilidad se disparó tras las palabras de Ben Bernanke, El Ibex logró moderar el recorte al cierre de la sesión animado por el tono positivo de Wall Street, que sí reaccionó de forma positiva a la hipotética aplicación de medidas de estímulo al otro lado del Atlántico a partir de finales de septiembre. Así, el índice español recortó un 1,37% y se situó en los 8.185 puntos. Las ganancias del parqué norteamericano permitieron al moderar sus pérdidas al resto de mercados europeos, aunque cerraron con descensos más moderados que Madrid. En concreto, París y Milán cedieron un 1%, por delante de Fráncfort (-0,84%) y Lisboa
(-0,74%). Londres cerró en tablas.
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