Preparando el 25-N

BARCELONA- El hermetismo del presidente de la Generalitat, Artur Mas, sobre la fecha de las elecciones autonómicas es total. Todos los partidos dan por hecho que aprovechará el debate de política general, que mañana comienza en el Parlament, para anunciar un adelanto electoral que ya se da por hecho, y todos han puesto a trabajar la maquinaria para preparar los comicios. Todos incluye a CiU, que ha hecho una pre-reserva del Palau Sant Jordi de Barcelona, lugar en el que Mas y Duran Lleida cerraron la campaña de las elecciones autonómicas de 2010 que llevaron al primero a la presidencia de la Generalitat.

Desde Convergència confirmaron a LA RAZÓN que han reservado el emblemático espacio de Montjuïc para el viernes 23 de noviembre, lo que refuerza la tesis de que Mas podría convocar las elecciones para el día 25. No obstante, en CiU se han cubierto las espaldas y también han reservado otros viernes hasta junio para no llevarse la sorpresa de que después el Palau Sant Jordi acoge otros actos y no puedan celebrar el mitin final con la demostración de fuerza que supone hacerlo en el Sant Jordi.

En este espacio se suelen celebrar los grandes conciertos de Barcelona, ya que su capacidad, de unos 18.000 espectadores, es idónea para grandes eventos, como también lo es su ubicación, en Montjuïc, donde es fácil aparcar los autocares con los que los partidos suelen llenar los mítines de campaña.

Desde el fracaso de Mas al presentar el pacto fiscal al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, los estrategas de cada formación hacen sus cábalas sobre la fecha de las elecciones y ha tomado gran fuerza el 25 de noviembre. Tampoco se descarta que el presidente de la Generalitat convoque las elecciones que CiU plantea como un plebiscito una semana después o, pasado el puente de la Constitución, el domingo 16 de diciembre.

La reunión en La Moncloa precipita el adelanto electoral, aunque ya se preveía que los comicios catalanes podrían celebrarse en primavera. El motivo no es otro que la necesidad de CiU de tener un socio para poder aprobar los presupuestos de la Generalitat del próximo año. El giro independentista hace prácticamente imposible que el PP de Alicia Sánchez-Camacho apoye las cuentas de Mas por tercer año consecutivo y el hecho de que éstas necesariamente volverán a ser restrictivas aleja a cualquier otro socio, que no quiere quemarse con las políticas de recortes.