El comisario Barnier ve la reforma financiera española «muy importante»

En el acto informativo, organizado en Madrid por Nueva Economía Fórum, el comisario afirmó que ve además "mucho valor"en este plan, que requiere a los bancos más provisiones por los activos inmobiliarios.

Barnier abogó por "un gran pragmatismo"en la normativa financiera europea, y defendió que "haya un marco europeo y no 27 regulaciones diferentes".

En todo caso, subrayó que "estamos dispuestos a cierta flexibilidad", a que "algunos países vayan un poco más lejos", pero siempre dentro de un marco común y que las iniciativas sean compartidas con Europa.

Por otra parte, se mostró a favor de una tasa financiera -"no es por solidaridad, es por convicción por lo que la defiendo", dijo- y apostó por una tasa baja sobre una base muy amplia, que se aplique en la UE-27.

"Recomiendo a todos los que se oponen a esa tasa que tengan mucho cuidado con la opinión pública, porque les estamos pidiendo muchos esfuerzos", e iniciativas como la tasa "son gestos necesarios y justos", manifestó.

Además, dijo que ningún servicio financiero "podrá escapar a una regulación inteligente"y aseguró que "se está poniendo orden, transparencia y algo de moral"en un mercado en el que había desaparecido. El objetivo es "que los servicios financieros estén al servicio de la economía real", añadió.

Barnier quiso dejar claro que no cree en la autorregulación de los mercados y afirmó que "se ha acabado"la desregulación, la falta de controles y el dejar hacer a los especuladores, a quienes acusó de haber estado "al servicio de ellos mismos, en lugar del desarrollo humano".

Por otra parte, el comisario apuntó que es "buena noticia"para las nuevas generaciones que cada país ponga orden fiscal "en casa".

Son iniciativas "valientes", opinó, ya que "muchos gobiernos asumen riesgos políticos", pero defendió que es algo que hay que hacer porque "no construimos crecimiento con deudas".

Por otro lado, el comisario europeo destacó la importancia de decir la verdad a los ciudadanos y pidió que no se haga política "con nostalgia".

Así, indicó que los países europeos pierden peso entre las principales potencias mundiales y añadió que "seamos de izquierdas o de derechas, debemos de mirar el mundo tal como es y decir cuál es la situación de mundo".

El mundo "está cambiando a una enorme velocidad"y "el centro de gravedad se va desplazando hacia Asia, donde se encuentra la mayor reserva de ahorro, la población más abundante y buena parte de los recursos que necesita nuestra industria", afirmó.

En este contexto, el comisario indicó que "Europa no puede ser un espectador, debemos de seguir siendo actores de nuestro destino". En este sentido, aseguró que "ningún país europeo tiene la capacidad por sí solo de estar en la mesa de los importantes dentro de 30 años".

Además, dijo que es fundamental que Europa tome iniciativas en materia industrial, porque el continente no puede permitirse ser sólo subcontratista en el futuro y debe seguir produciendo.