Suspenso al bipartito: el 70 por ciento desconfía de sus recetas económicas económicas

Sevilla- Las encuestas de intención de voto quedaron muy tocadas tras las últimas elecciones autonómicas en las que todos los sondeos pronosticaron una amplia victoria del PP en Andalucía que se traduciría en una mayoría absoluta –o casi, decían algunas– de Javier Arenas frente a José Antonio Griñán. Se equivocaron. Ahora, la Universidad de Granada publica su Estudio General de Opinión Pública de Andalucía (Egopa) en el que pronostica que el PSOE ganaría las elecciones por 2,1 puntos de ventaja tras perderlas por un punto frente a los populares –este mismo trabajo antes de los comicios otorgaba una mayoría de ocho puntos al PP respecto a los socialistas–.

Las 1.200 encuestas se realizaron entre el 11 y el 29 de junio. No contemplan los últimos recortes anunciados por el Gobierno central, que ha generado más malestar entre la población. Que las medidas lastran la intención de voto del PP en Andalucía parece evidente: Arenas ganó las elecciones con el 40,6 por ciento de los votos y ahora el PP tendría el 37,6. Aunque como se encargó de repetir Griñán antes de la cita electoral –cuando existía unanimidad en que perdería el Gobierno de la Junta– no existe «pulsión electoral» porque queda mucho para las elecciones. Aún así, el PSOE no aprovecha la caída del PP: se queda en el 39,7 cuando en marzo sacó el 39,5 de los votos. Algo más crece IU, que subiría un 12,7 cuando se quedó en el 11,2.

El Egopa ofrece otras conclusiones interesantes. Casi la mitad de los andaluces (47,6 por ciento) no está satisfecho con el bipartito. Y el 6,6 por ciento lo ve regular. Solo el 41,6 lo ve bien. La mayoría de la sociedad andaluza rechaza, por tanto, el pacto de los dos partidos minoritarios en el Parlamento andaluz. Es más, a ocho de cada diez encuestados les gustaría que gobernase la lista más votada, lo que hubiera permitido a Arenas investirse presidente de la Junta. Cuando a los andaluces se les pregunta por el grado de satisfacción tras conocer el resultado de las elecciones autonómicas, el 60 por ciento admite que está «poco o nada satisfecho». Al 50 por ciento le hubiera gustado otro resultado final.

Los resultados que obtiene el bipartito en este primer examen no son buenos. El 48,7 por ciento cree que su gestión es mala y sólo el 25 la considera buena. El porcentaje es muy similar al que obtiene el Gobierno central, pese a que desde la Junta se insiste en que las decisiones impopulares son responsabilidad exclusiva del Ejecutivo de Rajoy: el 50,7 cree que su gestión es mala y sólo el 26,1, buena. Los andaluces no hacen distinciones entre unos y otros y muestran su rechazo a la actuación de sus gobernantes de forma general. En ambos casos, tampoco aprueban la actitud del principal partido de la oposición ni en Andalucía (un 61,6 por ciento la rechaza) ni en el Gobierno de la nación (59,3).

Donde sí existe diferencias entre los dos Gobiernos es en la confianza de los andaluces en las políticas económicas que impulsan. El 70,1 por ciento tiene «poco o nada» de esperanzas en el bipartito; el 61,4, casi diez puntos menos, en las políticas que emanan de La Moncloa. Existe desconfianza generalizada pero más acentuadas en el caso del Ejecutivo de Griñán. Sobre el origen de la crisis hay mayoría, un 60 por ciento, que culpa a bancos y cajas; un 31,9 a la gestión de Zapatero; y sólo un 5,6 al Gobierno de Rajoy.

Existe casi unanimidad en calificar la situación de la región como «mala o muy mala», el 84,8 por ciento, porcentaje que se eleva a un 90,3 por ciento en el caso de la situación en España. Lo peor es que parece que no se ha tocado fondo, porque hasta un 34,8 cree que empeorará y un 43,9 por ciento que continuará igual. En el bando de los optimistas, sólo se encuentra el 17,9 de los encuestados.

Con estas claves, parece evidente que los principales problemas de los andaluces continúan siendo el desempleo, para el 85,6 por ciento, la marcha de la economía, para el 35,8 por ciento y la política, para el 26,6 por ciento.