David Delfín: «Me gusta que me toque la gente que admiro»

–¿Qué espera que le pase en las vacaciones y nunca le sucede?
–Espero aburrirme y nunca me aburro.

–¿Es bueno para la pareja que cada uno veranee por su lado?
–Si llevan juntos muchos años, quizá sí.

–Se habla de vacaciones austeras. ¿Ha prescindido de algo?
–No, porque mis vacaciones siempre han sido austeras.

–Le parece indecente gastar dinero en...
–Armas. Y en los fichajes de las grandes estrellas del fútbol.

–¿Qué haría si le tocaran 10 millones de euros en la Primitiva?
–Los invertiría en mi empresa y seguiría trabajando.

–¿El sexo sin amor es una experiencia vacía?
–No hay experiencias vacías. Todas enseñan o dejan poso.

–¿El verano le convierte en una persona más atrevida?
–No cambio con las estaciones.

–Dicen que los veranos ya no son los que eran. ¿Por qué?
–Porque pasa el tiempo y todo cambia naturalmente.

–¿Su canción del verano inolvidable?
–Me suena mucho aquella de «mami, qué será lo que tiene el negro...».

–¿Mira los cuerpos semidesnudos con disimulo o...?
–Miro abiertamente.

–¿Y dónde clava primero la mirada?
–Si viene de frente, en manos y cara; si está de espaldas, en culo y nuca.

–¿En verano perdemos el sentido del pudor o de la estética?
–Quien tiene sentido de la estética lo tiene hasta en calzoncillos.

–¿Su gran placer veraniego?
–Comer, sobre todo ensaladilla rusa.

–¿Cuál sería el símbolo de este verano?
–La pesadez de la política y la economía.

–¿Qué lema se pondría en su camiseta?
– «El amor nos mantendrá juntos».

–¿Estamos bailando un vals en el «Titanic»?
–No. Creo que al final no habrá naufragio.

–¿Quién le gustaría que le extendiera crema solar por el cuerpo?
–La escritora Amélie Nothomb. Me gusta que me toque la gente que admiro.