Red Bull

Vettel manda en casa de Ferrari

Vettel manda en casa de Ferrari
Vettel manda en casa de Ferrarilarazon

Decía Ayrton «Magic» Senna, quizás el mejor piloto de la historia de la Fórmula-1, que no le bastaba con ganar al rival. Si podía machacarlo, lo hacía. Tenía que sacarle un minuto. Si podían ser dos, mejor. Y esa filosofía es la misma que está aplicando en la actualidad Sebastian Vettel, líder destacado y dominador absoluto de la temporada 2011. Ayer, en Monza, santuario ferrarista por excelencia, volvió a dar un golpe de efecto con una «pole position» magistral en un escenario donde todos los gurús técnicos afirmaban que no podían ganar, un lugar en el que el RB7 no rodaría a gusto. Sin embargo, las predicciones se equivocaron de principio a fin.

El alemán hizo el mejor tiempo y volvió a dejar en evidencia a los hombres de McLaren y, sobre todo, a Ferrari. Si la batalla por la aerodinámica la perdieron hace tiempo, ahora han extraviado la hegemonía de los motores, potentes y fiables. Las largas rectas de Monza ya no son un secreto para los propulsores Renault que equipa Red Bull, que firma una de las peores velocidades máximas, pero, a la vez, un paso por curva estratosférico. «Estamos sorprendidos por la "pole", pensábamos que todo sería más apretado», dijo Vettel.

Los McLaren capitanearon la oposición a Vettel con Hamilton segundo a cuatro décimas, una distancia que avergonzaría a más de uno ayer. Su compañero Button se colocó justo después, mientras que Fernando Alonso alcanzó el cuarto puesto a medio segundo. Afortunadamente, los peores presagios no se cumplieron porque en las sesiones previas el rendimiento del F150 Italia rozaba el esperpento. El español reconoció que el monoplaza resultaba muy difícil de conducir, que le costaba mucho sujetar el coche durante las frenadas, un síntoma claro de la pobre consistencia del Ferrari.

Hoy Alonso aspira al podio y, salvo sorpresa, Vettel dará la puntilla definitiva al campeonato con una victoria. Sólo queda una duda por despejar. Ayer la FIA limitó el ángulo de caída de los neumáticos a 3,2 grados siguiendo las recomendaciones de Pirelli. Red Bull suele apurar mucho estos consejos y quizás hoy en carrera no encuentre el ritmo adecuado (por degaste de las ruedas) frente a un Ferrari que aumenta sus prestaciones con altas temperaturas.