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Castilla y León

La Junta rechaza un posible contagio de pasteurelosis entre ciervos y humanos

El Gobierno regional recuerda que existe una vacuna eficaz para el ganado doméstico pero de aplicación voluntaria.

Uno de los cadáveres hallados en la vertiente zamorana de la Sierra de la Culebra en los últimos días
Uno de los cadáveres hallados en la vertiente zamorana de la Sierra de la Culebra en los últimos díaslarazon

Valladolid- La Junta de Castilla y León es rotunda. No se puede producir contagio de pasteurelosis a humanos. Por tanto, somos inmunes a la enfermedad detectada y causante de la muerte de 141 ciervos en la Sierra de la Culebra, en la zona oeste de Zamora y de León, durante las últimas tres semanas. Y es que, según detalló la viceconsejera de Desarrollo Rural, María Jesús Pascual, en el caso de que la bacteria que ha causado el brote -pasteurella multocida- se hallase presente en carne infectada, «se eliminaría a través de jugos gastricos» del consumidor, pero también si es cocinada a 55 grados o más, cuando desaparecería.

Así se expresó Pascual en una rueda de prensa en la que también estuvieron presentes el consejero de la Presidencia y portavoz de la Junta, José Antonio de Santiago-Juárez, y el viceconsejero de Desarrollo Sostenible, José Manuel Jiménez.

En ese marco, Pascual expuso que la pasteurella multocida es «una bacteria común, que está presente en muchos animales», concretamente en su tracto respiratorio, y tiene «un tratamiento identificado y simple», a través de antibióticos como la penicilina y la amoxicilina. De este modo, pretendió tranquilizar a los ganaderos de la zona afectada, si bien recalcó que se trata de un agente conocido por ellos, y que cuenta con una vacuna ampliamente difundida. «Muchos ganaderos la combaten, porque se suele ofrecer en combinación con otros tratamientos, si bien no es obligatoria y son ellos quienes deciden», añadió.

En este contexto, destacó que el tratamiento también se produce cuando se detectan posibles síntomas entre el ganado doméstico, como puede ser la fiebre, a partir de lo cual el veterinario puede ser avisado, acudir a la explotación y aplicar tratamiento de choque.


Presencia en cotos privados
Por su parte, el viceconsejero de Desarrollo Sostenible, José Manuel Jiménez, recalcaba que la mortandad conocida entre el día en que aparecieron los primeros ciervos muertos -el pasado 27 de julio- y la jornada de ayer, era de 141 ejemplares (130 en Zamora y el resto en León), 57 en la Reserva regional de caza de la Sierra de la Culebra y 74 en cotos privados. En total, los ciervos muertos han aparecido en 22 términos municipales, siendo el más afectado por este brote Villar de Ciervos, en la provincia de Zamora. Con estos datos en la mano, Jiménez se aventuró a asegurar que el porcentaje de población afectada se encuentra en torno al tres por ciento.

Asimismo, destacó, que pese a que la enfermedad -que sólo se aviva en situaciones de estrés en el animal y como consecuencia de cambios bruscos de temperatura- está remitiendo, «el dispositivo de vigilancia se mantendrá a través de celadores y agentes medioambientales». Esa mejoría de la situación se dará, a su entender, cuando se suavicen las temperaturas y los ciervos recuperen las defensas, algo que podría retrasarse hasta después de la «berrea», la época de celo de estos ungulados, que tiene lugar en septiembre. No obstante, dado que el tratamiento en animales silvestres de la enfermedad es «más complicado, por no decir imposible», podrían aparecer nuevos cadáveres.

No determinó Jiménez una incidencia de este brote en la caza, y argumentó que la depredación del lobo en esa zona de la Comunidad supera el 10 por ciento del total de ciervos, mientras que la caída poblacional como consecuencia de esa práctica deportiva podría superar el 25 por ciento.

Si bien, se seguirán enviando muestras de aquellos cadáveres que se hallen a los laboratorios de referencia de León, Granada y Algete, en Madrid. En éste último se determinó que la enfermedad de los ciervos era pasteurelosis.

Desde el PSOE, su secretario de organización, Pedro José Muñoz, no cesó en las críticas a la gestión desarrollada por la Junta con este asunto. A su entender, «ha tenido que esperar a que manden los análisis del Gobierno para buscar soluciones a un problema que es competencia suya», reprochó.