Sevilla
Antonio Rivas: «No tengo conocimiento como responsable de ningún ERE falso»
El exdelegado de Empleo indicó que pidió la baja del PSOE porque «hay que asumir la responsabilidad».
SEVILLA- Antonio Rivas Sánchez es el hombre más buscado en la provincia. Probablemente, como apuntan fuentes políticas de Camas, «ni siquiera está aquí, sino en Chipiona». «Refugiado» de la que está cayendo, y «lo que te rondaré, morena». La caja de los truenos de los ERE ha sido abierta, «desde el mismo Partido Socialista», apuntan fuentes del PSOE, en un proceso de «purga interna». La primera intención de Rivas, al otro lado del teléfono, es mantenerse al margen, «como hasta ahora». «No he opinado públicamente» de lo que está sucediendo, pese a estar en el epicentro del terremoto político. «Siempre remito a mi abogado», dice. Siempre, pero ayer, decidió hablar y, también, guardar algunos elocuentes silencios y giros dialécticos. «No tengo conocimiento como responsable de ningún ERE falso», defendió Rivas.
Introito: los visos de derrota del PSOE en las municipales –incluso en las autonómicas, en un feudo, Andalucía, en el que 30 años de Gobierno nos contemplan– provocan estas cosas. Objetivo: conservar un puesto, aunque sea orgánico, tras las elecciones «y todos no caben en la foto», aseguran fuentes del partido. Textualmente, «salvar el culo». La llave para un despacho, a veces, tiene forma de «dossier». Algo sabe de esto –«a la fuerza ahorcan»– Rafael Velasco y, como en las novelas policíacas, el principal beneficiado o beneficiada –paridad manda– de la desaparición política del ex vicesecretario general del PSOE-A. Antes, llegaron a manos de la juez de Instrucción 6, Mercedes Alaya, las grabaciones con la petición de comisiones a los empresarios de La Raza por parte de la cúpula directiva de Mercasevilla, Fernando Mellet y Daniel Ponce, a cambio de una subvención de Empleo. Rivas fue imputado. Después vino un presunto delito societario y un supuesto fraude en la venta irregular de suelos. Y poco después, los ERE.
Como una cosa lleva a la otra: ya son 70 los intrusos en los expedientes de regulación de empleo. Pese a ello, el Parlamento rechazó ayer, otra vez, la creación de una comisión de investigación. Entre los beneficiados, están dos cuñados del exdelegado de Empleo y el marido de una edil del PSOE de Camas, el feudo que dirigía Antonio Rivas hasta que presentó su dimisión en la Ejecutiva socialista la pasada semana. De los puestos de responsabilidad gubernamental dimitió a los dos meses de su imputación. «Le han aguantado en el cargo hasta que han podido», señalaron fuentes socialistas, argumentando que «el partido le debe mucho a Rivas» y que éste «podría haber ocupado el puesto que hubiera querido». Se conformó con la Delegación de Empleo tras la Alcaldía de su municipio de cuna, Camas.
Rivas niega su responsabilidad como delegado de Empleo en las irregularidades en los expediente de regulación de empleo. «No tengo nada que ver» con los intrusos, dice. «Hay que preguntarle a ellos mismos», en relación a los beneficiarios, indicó, «agradecido» de poder explicar su versión de los hechos. Fuentes del Ayuntamiento camero señalaron que de los beneficiados por los ERE, García Prieto «era su mano derecha»; Ricardo Medina, «su hombre de confianza, su chófer, el que le recogía los niños en el colegio»; José Antonio Márquez y José Acebedo, «sus cuñados»; y Juan Manuel López Espada, «el marido de su concejal de Festejos», la también dimitida Concepción Ávila, apartada ayer de las listas del PSOE de Camas.
Antonio Rivas renunció a sus puestos en el PSOE «tras conocerse que un compañero de Camas estaba» entre los intrusos. «Por eso pido la baja», indicó. «No tengo conocimiento como responsable». ¿Entonces, por qué dimite? «Porque hay que asumir la responsabilidad», responde, eludiendo pronunciarse sobre si se siente respaldado por su partido, que no ha presentado cargos contra él en el «caso Mercasevilla» y hoy tratará su salida del PSOE.
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