Qué invento

La frase que más escuché fue: «Fírmamelo rapidito que me he escapado del trabajo y como se entere mi jefe...». Lo triste es que el mismo aterrador mensaje se lo dicen a diario a sus hijos, a sus amigos y a sus familias. Para los españoles que tienen la fortuna de tener un empleo, trabajo es sinónimo de vida familiar nula. Nos vienen engañando desde hace tiempo: la productividad no tiene nada que ver con las jornadas maratonianas en el trabajo. Y continúan engañándonos cuando nos alientan a tener hijos mientras anulan ayudas económicas y materiales, que van desde el cheque bebé a la instalación de guarderías en las empresas. No creo que lo mejor sea llenar España de guarderías donde los padres no tengan más remedio que depositar a sus hijos durante todo el día, sino que sea en sus lugares de trabajo donde encuentren ese servicio. Cito a la gran Ana María Matute: «Quien no inventa, no vive». Que inventen pronto la manera de conciliar vida profesional y personal, a poder ser sin cargarse ninguna de las dos. Tampoco es tan difícil. Está todo inventado.