Deportes
Woody Allen y el Atlético
Lunes, 28: desazón
El 7, número de aflicción para el madridismo. La distancia de 7 puntos que le separa del Barça en la Liga tiene como desazonada a la familia blanca.
–El mejor entrenador del mundo, los mejores jugadores del mundo. El entrenador más caro del mundo, los jugadores más caros del mundo.
Le reflexiono a quien así gime: «El Madrid no tiene culpa de que el Barça sea Goliat con la honda de David. Dos fuerzas bíblicas consustanciadas en una sola fuerza».
Martes, 1: marca
El XXI es el siglo de las marcas. La marca Real Madrid, la marca España, la marca Barça.
La marca Real Madrid va a promocionar la marca España con la divisa «Visit Spain, visit Madrid», gracias a los patrocinios de la Comunidad de doña Esperanza, del Ayuntamiento de don Alberto y del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo de don Miguel Sebastián.
Cuando el pudorosísimo don Francisco Franco, el señor Fraga difundió orbitariamente la marca España con el emblema «Spain is different»; y las playas de España, hora era, qué gozo, se poblaron de miles de rubias y musculadas vikingas ansiosas de nuestro sol y de nuestra marca nacional «machos ibéricos». Es de esperar que el Real Madrid, que cobrará más de tres millones de euros al año por divulgar con su universalizada marca la menos universalizada marca España, resulte soporte publicitario tan triunfante como el de don Manuel, cuya vida siga guardando Dios muchos años.
–Y es que así como el Barça es más que un club –oigo a un forofo–, el Real Madrid es más que España, y de ahí que sea el Real Madrid y no el Barça el que proclame las excelencias de España.
Martes, 2: unir
Es una de mis cantinelas: el fútbol une lo que los políticos parcelan o desintegran; y el fútbol, gozosamente, une entre sí, en paradójico consenso, a los políticos.
El fútbol, en punto a dinero, empieza a ser «la otra burbuja». Gasta lo que no ingresa, y cada vez ingresa menos y gasta más. Los políticos, esta vez, han coincidido en decirle no «al fútbol capitalista», con lo cual no se va a suprimir el telepartido gratis.
–Es que en Europa ya no hay partidos gratis de Liga en la televisión –clama el presidente de la Liga de Fútbol Profesional.
Cierto, señor Astiazarán, cierto señores «clubes insaciables». Pero es que España es el país europeo con más parados.
–La vida, para los «pobres» –argumenta por cierto un menesteroso– es «tabaco, pan y fútbol». Nos extorsionan el fumar, el pan nuestro de cada día para algunos es el pan nuestro de cada dos o tres días y encima, ahora, nos quieren quitar el «ociete» del partido gratis.
Jueves, 3: ateo
Como no entiendo al Atlético, me declaro ateo en cuanto atañe al Atlético. No junta las líneas, abusa del pelotazo, ignora los espacios libres, corre sin voltaje anímico y físico. Bostezo y me pregunto:
–¿Por qué ZP no es del Atlético? Y es que «Pupas» el Atlético y «Pupas» la España de ZP. Consanguinidad.
Viernes, 4: Messina
Me lo comentaba recientemente alguien, ya veterano, que sigue trabajando en el Real Madrid de Florentino Pérez: «Aquí, en el club, en las oficinas, en el trabajo, no hay "calidez". Es todo muy administrativo y frío. ¡Qué tiempos aquellos en que el presidente, los directivos y los "altos ejecutivos"eran campechanos y saludaban con una sonrisa en los ojos!».
Mourinho, harto, tuvo las agallas de acabar con los burocráticos «intermediarios» entre él y FP, y con razón por lo que sé, por cierto. En cuanto a Messina, también se queja de lo mismo que Mourinho, entre otras quejas. Hogar, dulce hogar. Y es que el Real Madrid, antes hogar, ahora es esencialmente una marca.
Viernes, 5: Woody
Woody Allen lo diría así: «Si jugase siempre como contra el Villarrreal, el Atlético sería al fútbol lo que el voto al político y el orgasmo al sexo. El gozo de los gozos». Eso: si sabe y puede, ¿por qué no es siempre gozoso, excelso, cachondo?
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