Consejo de Ministros
La Generalitat se escuda en las elecciones para frenar su actividad
La convocatoria de los comicios se ha traducido en un «impasse» para el ejecutivo que encabeza Artur Mas.
BARCELONA- Quedan menos de dos meses para las elecciones generales, durante los cuales, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, tendrá tiempo de reunir a su ejecutiva hasta en ocho ocasiones. Pero el «pim, pam, pum» electoral del que alertó el portavoz del Govern, Francesc Homs, amenaza con paralizar la acción de gobierno, hostigada ya por los recortes.
En el último consell executiu, sólo se tomaron dos decisiones. El Govern aprobó el Plan Anual de Cooperación 2011 y respaldó la bancarización de CatalunyaCaixa y Unnim.
Los acuerdos
Hace un año, el consell executiu dio luz verde a nueve acuerdos, entre ellos, ampliar por enésima vez el capital de Spanair y subvencionar el Consorci de Normalització Lingüística para fomentar el catalán entre los inmigrantes recién llegados. Entonces, también quedaban dos meses para una cita electoral, las autonómicas, aunque hay quien alegará que el tripartito tenía prisa por aprobar el máximo de acuerdos antes de los comicios.
Ahora, el ritmo es otro. En el primer consell executiu de septiembre sólo se tomaron cuatro decisiones, una de ellas mediática, activar una ley de estabilidad presupuestaria propia. Mientras que en la siguiente reunión se aprobaron cinco acuerdos, pero sólo uno daría que hablar, la modificación de la ley que exime a los ayuntamientos a reservar suelo público para centros de culto religioso.
La ejecutiva del pasado martes no fue la excepción para demostrar que se está a la espera del 20-N y es momento de las declaraciones políticas para marcar perfil. Si en las anteriores semanas el protagonista de las ruedas del Prensa posteriores al consell executiu fue el «asedio» judicial y mediático al catalán tras la sentencia del TSJC que obliga a adoptar el castellano como lengua vehicular de la educación, el martes era el turno de la auditoría externa que encargó a Deloitte y que confirma la preocupante situación que atraviesa Cataluña.
Al margen de las ejecutivas poco productivas, el Govern ya ha avisado de que aplazará la negociación de los presupuestos para 2012 hasta después del 20-N para evitar que la campaña enturbie el debate. Y eso que a CiU le han salido pretendientes para pactar los presupuestos, puesto que populares, socialistas y republicanos se han prestado a negociar.
De poco ha servido que el PP primero, y, después, ICV y PSC recordaran al conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, que tiene la obligación legal de presentar el proyecto de los presupuestos antes del 10 de octubre, según señala el artículo 32 de la Ley de Finanzas Públicas de Cataluña. Mas-Colell tiene claro cómo serán las cuentas del próximo año, en las que continuará habiendo recortes para lograr el déficit del 1,3 por ciento del PIB catalán que exige Europa, pero no se subirán los impuestos.
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