Nueva York

Obama pide «contundencia» a Europa en las reformas

La Casa Blanca presiona a la UE para que solucione ya la crisis de deuda

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunió ayer con los líderes europeos en la Casa Blanca para presionarles en busca de una solución rápida a la crisis de deuda de la eurozona. Un embrollo que no sólo estrecha el cerco a las economías europeas, sino que también se está convirtiendo en un creciente obstáculo para la recuperación estadounidense y puede afectar a Obama directamente de cara a la reelección de noviembre de 2012.

El presidente estadounidense habla a menudo por teléfono con la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y otros líderes europeos. Obama está pendiente, sobre todo, de cómo los problemas de la deuda europea perjudican a los mercados internacionales y afectan a las exportaciones y al crecimiento estadounidenses.

En el almuerzo de trabajo de ayer acompañaron al líder estadounidense el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, el presidente del Consejo Europeo, José Manuel Barroso, y la Alto Representante de la UE, Catherine Ashton. Entre el grupo de Washington destacó la jefa de la Diplomacia, Hillary Clinton, y el secretario del Tesoro, Tim Geithner, entre otros asistentes.

Concluida la reunión, Obama bromeó con los periodistas, sentado todavía en la mesa alrededor de la cual habían tenido lugar las conversaciones con los europeos. «Estos encuentros no son los más dramáticos porque al estar de acuerdo en tantas cosas es difícil crear titulares. Hemos hablado sobre la crisis europea», afirmó Obama sin entrar en detalles. «Estados Unidos está dispuesto a ayudar a Europa a resolver la crisis de deuda, lo cual es de gran importancia para la economía estadounidense. Hemos pasado la mayoría del tiempo con conversaciones sobre cómo podemos hacer crecer nuestras economías y crear nuevos puestos de trabajo», reconoció el líder del Ejecutivo estadounidense. De hecho, en el comunicado conjunto hecho público tras el encuentro se comprometieron a adoptar medidas de forma común que aborden las preocupaciones sobre el crecimiento y las dudas que existen en torno a las «vulnerabilidades financieras y fiscales».

Aún así, la Administración Obama ha reiterado en los últimos días que Europa tiene que actuar de forma decisiva para atajar su crisis de deuda, y no debería esperar ayuda financiera adicional de Estados Unidos. «Esto es algo que necesitan resolver ellos –por los europeos–. Europa tiene los recursos y la capacidad para gestionar este problema. Tiene que actuar con decisión y contundencia para resolverlo, en particular con los nuevos gobiernos en Italia, Grecia y España», advirtió el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney. En Washington, los expertos consideran que el Banco Central Europeo (BCE) debería actuar de forma más contundente.

Mientras esto sucedía en la Casa Blanca, Morgan Stanley metía más presión a los líderes europeos y a la situación actual al rebajar el crecimiento mundial al 3,5% para 2012, desde el 3,8% anterior. Además, el banco de inversión estadounidense prevé que la zona euro sufrirá una recesión el año que viene con un descenso interanual del 0,2% en su PIB.